Sin antecedentes en Francia. Nunca antes hubo un candidato a la presidencia procesado por estos delitos. La ultraderechista Le Pen, también con problemas.
Fillon está muy complicado: lo imputaron por malversación
En esta inusual campaña electoral francesa, la histórica “tregua judicial” voló en pedazos. Por primera vez la República tiene un candidato presidencial imputado por “malversación y desvío de fondos públicos, abusos de bienes sociales”, entre otros cargos. El Republicano y ex favorito en los sondeos, François Fillon fue citado por los jueces instructores y debió defenderse el martes ante la justicia. Pero no quiso responder a las preguntas de los magistrados. Prefirió leer un escrito en el affaire de los empleos ficticios que lo envuelven a él, a su esposa Penélope y a dos de sus cinco hijos, todos contratados como asistentes parlamentarios.
La imputación de Fillon llega en el peor momento y cuando aun su campaña no se recupera del inicio del escándalo, revelado por la revista satírica Le Canard Enchaine. El 17 de marzo vence el límite para la presentación de candidaturas presidenciales. El ex premier Fillon había dicho que se retiraría si era imputado pero corrían otros aires. El lunes confirmó que seguirá en carrera y se apoyó en su teoría del complot. Se definió como víctima de “una caza al hombre”.
Fillon no está solo en esta “judicialización” de la reputación de los protagonistas del comicio presidencial. A la negativa de Marine Le Pen del Frente Nacional de declarar ante los jueces por sus asistentes parlamentarios, que no eran otra cosa que militantes a su servicio que pagaban los contribuyentes europeos, se sumó el lunes otra denuncia: el millonario patrimonio familiar del clan le Pen está subvaluado y lo investigarán.
A su vez, el candidato independiente y favorito en los sondeos para el balotaje, Emmanuel Macron, quedó bajó investigación judicial preliminar
el martes a la tarde por “favoritismo,
complicidad y ocultamiento” en una velada en Las Vegas el 6 de enero de 2016, en la que participó cuando era ministro de economía socialista. La “soirée”, a pedido de su jefe de gabinete y organizada por el gigante publicitario Havas, costó 381.759 euros.
Cuando todos esperaban que la cita con la justicia fuera el miércoles, Antoine Levy, el abogado de los Fillon e hijo del famoso filósofo francés Bernard Henry Levy, pidió el adelantamiento de la fecha para el lunes. ”La audición fue adelantada para que se desarrollara en condiciones de serenidad”, dijo a los periodistas. Penélope, su esposa, no lo acompañó a la audiencia. Ella está citada para el próximo 28 de marzo por las mismas razones.
Los jueces de instrucción tienen que haber encontrado “índices graves o concordantes que prueban su implicación en los hechos instruidos” para imputar al candidato presidencial. Así lo establece la legislación francesa. Con la ley en la mano, el candidato Fillon rechazó responder las preguntas de los jueces en la causa de empleos ficticios. Contratar a sus familiares no es un delito en el parlamento francés pero una falta moral de un político del siglo XXI.
“Es el calendario de este procedimiento, en pleno corazón de la campaña electoral, que me impone la opción de esta declaración” dijo Fillon a los jueces.Luego justificó el contrato con Penélope, que trabajó entre 1986 y el 2003 por 800.000 euros como su asistente parlamentaria y luego, de su reemplazante.
Sus abogados, que por primera vez tienen acceso a la causa porque hasta ahora era secreta, consideran que las pruebas para probar el real trabajo de Penélope son contundentes. “Si. Yo emplee a mi esposa y la realidad de su trabajo es innegable”, argumentó Fillon.” El mismo día de su declaración se sumó otro affaire de la familia Fillon. En los testimonios de sus hijos Marie y Charles Fillon a la justicia , ellos revelan que reembolsaron a su padre dinero después que durante años les “pagara su alquiler “y les diera “plata de bolsillo”.Marie abonó a su padre 33.000 euros de los 46.000 euros que recibió como asistente entre el 2005 y el 2006.