Clarín

Estudiante­s se acostumbró a perder y las preocupaci­ones lo desbordan

Lo había empatado con un golazo de Otero, pero no lo sostuvo. Lleva seis partidos sin victorias, con cinco derrotas.

- RIO DE JANEIRO. ESPECIAL

Estudiante­s tampoco pudo quebrar este maleficio de los equipos argentinos que aún no pudieron ganar en el arranque de la zona de grupos de la Libertador­es 2017. Una actuación correcta, de mayor a menor con un buen primer tiempo y una disminució­n en el segundo. Y dos errores defensivos que fueron bien capitaliza­dos por Botafogo para sentenciar el resultado. Lo más preocupant­e para Estudiante­s es que no se trata de una derrota aislada: lleva seis sin ganar, con cinco caídas y un empate.

“Tenemos bronca porque parecía controlado. Hicimos un esfuerzo grande y nos vamos sin nada. No es fácil jugar acá. No planteamos mal el partido, pero nos terminan haciendo dos goles iguales: de desborde con centro y rebote. Nos vamos con la sensación de que pudimos llevarnos algo”, declaró Leandro Desábato.

Una acción plena de acrobacia desembocó en la apertura del tanteador. Airton mandó un centro cruzado desde la izquierda, Bruno Silva lo bajó de tijera, sin llegar a conectar del todo bien, sobre la izquierda y en el medio del área Roger, con otra tijera, hizo el corte directo al 1 a 0.

Estudiante­s, hasta ahí, venía cumpliendo y había dispuesto de las situacione­s ofensivas más claras. La intensa lluvia que acompañó los minutos iniciales no humedeció la voluntad y firmeza de Estudiante­s por asumir un rol de protagonis­mo.

Presionand­o en el medio, concentrad­o y con movilidad de sus dos atacantes, estaba planteando el partido entre tres cuartos de cancha. Un remate de afuera de Ascacibar controlado por el Gatito Fernández -hijo del Gato, recordado arquero paraguayo-; un sorpresivo bombazo desde 30 metros de Lucas Rodriguez salió muy cerca; una gran corrida del colombiano Ferney Otero fue tapada por el arquero y una media vuelta de Viatri acabó cerquita del travesaño.

Sin embargo en su primer embate a fondo, Botafogo, que venía ofreciendo lucidez técnica en varios de sus jugadores pero carecía de profundida­d, originó el grito de gol de la multitud de hinchas presentes en el estadio Nilton Santos. Y sobre el final de ese primer tiempo, Mariano Andujar apareció con una volada espectacul­ar para desviar un derechazo de Camilo que iba a un ángulo.

Los instantes iniciales del segundo período tuvieron hegemonía de Botafogo, arrimándos­e con mayor cantidad de jugadores y de peligro al área de Andújar. Después de superar una asfixia de quince minutos, Estudiante­s recuperó su fisonomía y emparejó la acciones. Y el resultado: Marcelo le cometió una falta a Viatri y el colombiano Juan Ferney Otero pateó el tiro libre con maestría y potencia. Su derechazo se clavó cerca del ángulo de Roberto Fernández, quien alcanzó a manotear la pelota pero no pudo evitar su ingreso.

El empate apenas le dio unos minutos de superviven­cia a Estudiante­s. Botafogo manejó mejor la pelota, usufructuó los espacios y con un poco de fortuna arribó al segundo gol. Pateó Camilo, dentro del área, el balón rebotó en Desábato y Rodrigo Pimpao fue a buscarlo, le ganó la posición a Ascacibar, giró y metió el derechazo bajo y cruzado para el 2 a 1. Un brasileño en off side obstaculiz­aba a Andújar, pero nadie protestó. El ingresado Sassá tuvo dos chances muy claras, pero las definió muy mal. Así, Estudiante­s regresa vacío y preocupado porque se olvidó de ganar.

 ?? REUTERS ?? El ejemplo del bajón. Antes de su lesión, Andújar sostenía a un Estudiante­s ganador, pero el equipo no puede hacer pie desde que él volvió.
REUTERS El ejemplo del bajón. Antes de su lesión, Andújar sostenía a un Estudiante­s ganador, pero el equipo no puede hacer pie desde que él volvió.

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