Clarín

Stiuso sobre los K: “Si no se olvidan de mí, yo no me olvido de ellos”

El ex espía también advirtió que “Cristina tiene una guerra conmigo, yo no tengo una guerra con ella”.

- Daniel Mecca dmecca@clarin.com

Jaime Stiuso no cree en las casualidad­es. Sus 40 años dentro de la central de espías del Estado, la ex SIDE, se lo impiden. Por eso no cree que sea una coincidenc­ia –como efectivame­nte lo es- que en el café que eligió para desayunar con una persona en el bajo Belgrano haya un periodista dispuesto a entrevista­rlo al reconocerl­o. “Ah, qué casualidad...”, suelta con una sonrisa irónica antes de comenzar un diálogo de media hora. Con los minutos, Stiuso parece dispuesto a hablar pero pone condicione­s: sin fotos, sin notas en el papel, sin grabacione­s. “Tenés que memorizar”, repite y se señala la cabeza. Está tranquilo, seguro de sus palabras. Son cerca de las 11.30 de la mañana. Sobre la mesa están los anteojos oscuros con los que fue retratado después de declarar en una causa contra César Milani por presunto espionaje ilegal. -¿Qué declaró en la causa?

-Está todo en el expediente, tenés que pedirlo. Si hablo me puedo estar perjudican­do porque hay una causa. No puedo hablar. Hay que vincular todo.

Mas adelante, en el mano a mano con Clarín, dirá: “Milani era un engranaje más del aparato paralelo que habían armado. Pero él no era el vértice”, sostuvo. -¿Y quién era el vértice? -¿A vos qué te parece? -¿Usted dice que había alguien más por encima de él?

- Cristina estaba al mando. De hecho, lo terminaron sacando a Milani (fue pasado a retiro en junio de 2015). A Milani lo fueron.

- ¿Por qué se desprender­ían de alguien que, si supuestame­nte estaba en un aparato paralel , podría terminar siendo contraprod­ucente por la informació­n?

- Porque Milani ya tenía un pecado original.

El “pecado original” al que Stiuso hace referencia es el que hoy tiene preso a Milani: su oscuro pasado en la última dictadura militar. -¿Le parece bien que Milani esté preso por esas causas? -Sí, está bien, están las pruebas. Jaime Stiuso está convencido de que el Gobierno anterior quiso matarlo. Que la policía bonaerense había diseñado un plan para eliminarlo, pero les salió mal y terminó muerto su amigo Pedro “Lauchón” Viale. -¿Qué pasó con el “Lauchón” Viale? -¿No viste lo que pasó? -Lo mataron, sí, pero ¿por qué?

-Le pegaron 11 tiros (se refiere a los disparos del Grupo Halcón de la Policía bonaerense). Fue el 9 de julio de 2013 (recuerda exacta la fecha). -¿Pero qué sucedió?

- Preguntale a (Hugo) Matzkin (interviene el hombre que estaba con Stiuso). Sigue Stiuso: “En realidad me habían ido a buscar a mí” -¿Dice que lo fueron a buscar a usted para matarlo ese día? -Sí, me habían ido a buscar a mí. -Pero, si fuera así, ¿falló la inteligenc­ia de la policía bonaerense?

-Si hubiesen hecho bien la inteligenc­ia yo no estaría hablando acá con vos.

“Me dolió lo del Lauchón Viale. Como también me dolió lo de Alberto [Nisman]”, afirma. Será la única vez en la que mencionará al ex fiscal del caso AMIA.

El rostro de Stiuso hoy ya no pasa desapercib­ido. Desde que dejó la ex SIDE, son varias las fotos y videos en la que se pudo ver su fisonomía. Sin embargo, el primero que mostró su cara fue Gustavo Beliz, en 2004, cuando era ministro de Justicia de Néstor Kirchner. En esa entrevista, dijo que “manejaba el poder real” en el país. Luego acusó a Stiuso de ser el “jefe del Estado de las cloacas”. En esos días, Beliz tuvo que dejar el Gobierno. Kirchner le pidió la renuncia. Stiuso siguió.

“Desde el año 85 que todos saben mi nombre. En todos esos años ya había declarado en juicios, todos conocían quién era. Beliz dijo que yo era una monstruosi­dad. Pero mostró la foto, usó la foto, para irse”, sentencia el ex espía.

Dentro del mundo de los espías del último tramo del kirchneris­mo, además de Milani y Parrilli, Fernando Pocino, ex director General de Reunión, aparecía en el tablero como uno de los enemigos de Stiuso dentro de la Casa. —¿Cómo era su relación con Pocino? —La nuestra era una relación normal, para lo que es la SIDE. —¿No había una guerra entre ustedes?

—No, la guerra no era con Pocino, la guerra no era con él.

El acompañant­e menciona el tema de las escuchas entre Parrilli y Cristina. Es ahí cuando Stiuso, el hombre que manejó como nadie los secretos del Estado durante los últimos gobiernos democrátic­os, habla sobre la ex presidenta.

—Cristina tiene una guerra conmigo, yo no tengo una guerra con ella. —¿Usted tuvo que ver en la filtración de esas escuchas? —No, yo no tuve nada que ver. —¿Extraña estar en la SIDE?

—Es el lugar donde siempre estuve; estuve ahí más de 40 años. Además, es lo único que sé hacer. Cuando llegues a mi edad te vas a dar cuenta de eso.

Se hace un silencio. Apenas segundos. Agrega: “Yo sigo trabajando como siempre”. Pasadas las 12 va pidiendo la cuenta en el café. Afuera llueve torrencial­mente.

Minutos antes sentenció: “Si no se olvidan de mí, yo no me olvido de ellos”. Todo un mensaje para la ex presidenta.

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Ex espía. Con un nuevo look, Stiuso declaró el martes ante Bonadio.

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