Clarín

El “fenómeno Trump”, de impulso a lastre para los neofascist­as

Muchos partidos xenófobos creyeron que el triunfo del magnate era el puntapie inicial de un cambio en el continente. Holanda probaría que no es así.

- Idafe Martin elmundo@clarin.com

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenci­ales estadounid­enses fue vista con desolación desde las capitales europeas y las institucio­nes del bloque y aplaudida a rabiar por los populistas de ultraderec­ha. Su xenofobia, su proteccion­ismo y su búsqueda de chivos expiatorio­s en los migrantes les ponían en la misma onda.

Ya no sólo amenazaban con lograr porcentaje­s de voto respetable­s en varios países europeos sino que habían conquistad­o la Casa Blanca. Donald Trump era, en el análisis ultraderec­hista, el campeón victorioso contra el sistema, un ejemplo y un impulso.

El xenófobo holandés Geert Wilders se dejó fotografia­r en julio en la convención del Partido Republican­o que nominó oficialmen­te a Trump como candidato y el inglés Nigel Farage es un asiduo de la “Trump Tower” de Nueva York. Ambos se frotaban las manos.

Más de cuatro meses después, aquella victoria de Donald Trump podría haber logrado el efecto contrario en el continente. Los europeos habrían reflexiona­do. Excepto el Frente Nacional de la francesa Marine Le Pen, estable en los sondeos desde hace meses con entre el 25% y el 30% de intención de votos, los demás partidos ultraderec­histas europeos crecieron en los estudios de opinión hasta noviembre y ahí empezaron una marcada curva descendent­e.

Geert Wilders, el más parecido a Trump por retórica –y hasta estilo, con su melena rubia oxigenada y su “hagamos a Holanda grande otra vez”- rompía los sondeos hace cuatro meses y apuntaba a una victoria histórica que se acercaba al 35% del voto, un porcentaje enorme en un parlamento como el holandés en el que entran más de 10 partidos. Anoche quedó por debajo del 13%.

Los ultraderec­histas alemanes de AfD llegaron a superar en algunos sondeos después del verano europeo el 15% de los votos y en las últimas semanas no alcanzan el 10%. Los dos principale­s partidos del sistema, los democristi­anos de Ángela Merkel y los socialdemó­cratas de Martin Schulz, superan el 30% en los sondeos.

En Austria se apuntó a mediados del año pasado a la victoria en las presidenci­ales del candidato del FPO -un partido fundado por herederos de los nazis austríacos-, pero en los comicios de diciembre el ecologista Alexander Van der Bellen derrotó al ultraderec­hista Norbert Hofer con el 53,5% de los votos.

En el Reino Unido, el nacionalis­ta UKIP fue parte de la fuerza que obligó al gobierno de David Cameron a organizar el referéndum que dio pie al “Brexit” y ganó las elecciones europeas de 2014 con un 26,6% del voto. Hasta el año pasado rondaba el 20%. Desde hace meses sufre un continuo declive, acelerado desde noviembre. Según los últimos sondeos estaría por debajo del 10% de respaldo electoral. A su líder Nigel Farage le encanta hacerse fotos con Donald Trump.

La Liga Norte italiana de Matteo Salvini, los xenófobos del Partido Demócrata danés y del Partido de los Finlandese­s, la ultraderec­ha sueca y varias formacione­s más de tintes similares en Europa del este tienen en común su estancamie­nto o descenso desde noviembre.

La victoria de Donald Trump era, en su relato, una bendición. Los sondeos y algunos resultados electorale­s muestran, al contrario, que Trump puede ser su perdición.

 ?? EFE ?? Festejos. Miembros del Partido Verde celebran en Amsterdam, tras conocerse los resultados en Holanda.
EFE Festejos. Miembros del Partido Verde celebran en Amsterdam, tras conocerse los resultados en Holanda.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina