Brasil, convulsionado por protestas y revelaciones sobre el caso Petrobras
Hubo marchas contra la reforma previsional de Temer. Se supo además que 10 gobernadores son investigados.
En Brasilia se vieron los dos rostros del Brasil de estos tiempos. Y ambos muestran fuertes conflictos: en el Parlamento y en el Palacio del Planalto había nerviosismo. Dicen que al presidente Michel Temer le disgustó que aparecieran, en la prensa nacional, los nombres de cinco ministros y 10 gobernadores vinculados a los casos de corrupción del Lava Jato. Afuera, la Explanada de los Ministerios fue el escenario en que miles de manifestantes protestaron contra el jefe de Estado, con un sonoro: “Fora Temer”. Los unió, sobre todo, un proyecto de reforma previsional que exigirá a los ciudadanos trabajar en forma ininterrumpida y siempre en blanco a lo largo de 49 años para acceder a la jubilación integral.
En San Pablo, por primera vez desde las grandes movilizaciones del 2014 y 2015, la avenida Paulista fue li- teralmente tomada a lo largo de 15 cuadras. Una estimación prudente indica que 150.000 personas fueron a protestar contra el gobierno “temerista” y contra los cambios en el sistema jubilatorio. El modelo inventado por el equipo del ministro de Hacienda Henrique Meirelles, que apunta a “evitar” los “déficits futuros” del régimen previsional, presupone entre otras cosas aumentar la edad jubilatoria para hombres y mujeres hasta los 65 años. Y sube el tiempo de trabajo para acceder a una remuneración máxima integral (que hoy es de 1.600 dólares) de 25 a 49 años. De más está decir que el actual jefe de Estado se jubiló cuando tenía tan solo 55 años. Y pese a tener el salario presidencial –además de ser uno de los millonarios de Brasil- jamás renunció a sus ingresos jubilatorios.
Así como en la metrópolis paulista, donde hubo huelga de transportes hasta el mediodía y paro total de maestros y profesores, otras grandes movilizaciones se hicieron en Río de Janeiro y 20 capitales provinciales. En total, se calcula que unos 750.000 brasileños ganaron las calles. Pero el presidente declaró en una reunión con empresarios: “La población brasileña poco a poco va entendiendo que debe apoyar las reformas propuestas por nuestro gobierno”.
Los medios brasileños señalaron que la paralización del transporte en San Pablo provocó un récord de congestionamiento; los grandes bancos como Bradesco e Itaú –sin mencionar a los más chicos- no conseguían atender a sus clientes porque los sistemas informáticos “estaban fuera del aire”. En la capital paulista, donde Temer reside normalmente, no hubo clases. Los profesores están desencantados, al punto que aportaron la tercera parte del público que se estacionó en la Paulista. “En este día histórico estamos dando comienzo al impeachment del Michel Temer”, proclamó desde la tribuna el dirigente de maestros y profesores.
Claro que eso no es más que una expresión de deseos. De hecho si algo quedó en evidencia en el proceso de investigaciones solicitado por el procurador general Rodrigo Janot fue la ausencia del nombre del presidente brasileño. Sí en cambio figuraron personajes notables de su entorno; entre ellos los ministros Eliseu Padilha, Moreira Franco y Aloysio Nunes Ferreira (el actual canciller). La “lista de Janot” mencionó a diez gobernadores: el más famoso es nada menos que Geraldo Alckmin de San Pablo. En ese fatídico listado figuran el titular de Diputados Rodrigo Maia y el del Senado Eunício de Oliveira. Ni hablar del casi centenar de legisladores sobre los que la Corte Suprema deberá abrir procesos. Temer busca desesperado una salida. No tanto para él mismo, que no figura en la afamada lista. Sino, en especial, por los ministros que son sus directos subordinados. Para evitar que sus nombres se vean mancillados definitivamente, tratará de disimularlos dentro de un conjunto que hiere por igual a tirios y troyanos.Temer dijo que pedirá a través de la abogada general de la Unión que la Corte divulgue inmediatamente todos los nombres de los “sospechosos”. Como en ese segmento están incluidos desde el PT, el PSDB (socialdemocracia), el PMDB (el nuevo oficialismo) y demás partidos, piensa que los “acusados” por el fiscal de fiscales pasarán “dentro del montón”. Temer subrayó ante los empresarios que su objetivo inmediato es “salvar a la previsión social del colapso” y evitar así una crisis como la de Portugal y Grecia.