El padre del atacante de París niega que su hijo fuera yihadista
La investigación sobre el agresor de Orly, abatido el sábado en dicho aeropuerto parisiense tras haber arrebatado el arma a una militar que patrullaba en su terminal, prosiguió ayer para determinar las motivaciones que le llevaron a cometer ese ac
to. El agresor, identificado como Ziyed Ben Belgacem, de nacionalidad francesa, fue abatido de tres disparos por los dos compañeros de patrulla de la soldado agredida.
Ayer se practicó la autopsia al cadáver, aunque sus resultados no han sido comunicados. El fiscal de París, François Molins, cuya sección antiterrorista se encarga de las investigaciones, destacó la determinación con la que actuó Ben Belgacem, de 39 años, quien estaba fichado por la policía por asuntos de delincuencia menor. Desde que a primera hora de la mañana del sábado disparó e hirió de
gravedad a una agente de Policía en la localidad de Garge les Gonesse hasta la agresión a la militar, Belgacem parecía “embarcado en una huida hacia adelante con un proceso cada vez más destructivo que iba creciendo”, en palabras del fiscal. Sin negar sus “intenciones objetivas”, Molins aseguró que la investigación deberá determinar los motivos que le impulsaron a actuar de ese modo.
En el registro de su domicilio se encontró una pequeña cantidad de cocaína y el hombre había pasado buena parte de la noche anterior en un bar tomando alcohol. La investigación se centra también en su entorno. De hecho, su padre, su hermano y un primo fueron arrestados para ser interrogado. Mientras que el padre fue liberado ayer por la mañana, los otros dos siguen testificando. Belgacem llamó a su padre y a su hermano tras disparar a la agente para decirles que había cometido “una ton-
tería”. Tras su salida de la comisaria, el padre habló con la radio “Europe 1” para negar que su hijo fuera un islamista. “Mi hijo no ha sido nunca un
terrorista. Nunca rezaba y bebía alcohol. Y cuando se bebe alcohol y se fuma cannabis pasan estas cosas”, afirmó el padre. Agregó que su hijo le pidió perdón por haber disparado a un agente, pero el padre le dijo que no le perdonaba. El hombre se dirigió a una comisaría y fue allí donde le comunicaron que su hijo había sido abatido. “Me impactó saberlo, pero es lo que hay. Cuando se frecuentan las drogas”, manifestó.
La investigación se centra también en la posible radicalización de Belgacem, identificada por los servicios franceses de inteligencia tras una estancia en prisión entre 2011 y 2012. Pero su seguimiento no permitió determinar que el hombre, que antes de ser abatido invocó a Alá, estuviera en contacto con radicales islamistas.