“El FIFA es tan parecido al fútbol real que relatarlo sería muy fácil”
Alguna vez mientras jugaba a la Play con mi hijo me pregunté cómo sería relatar un partido de FIFA ante una multitud. Me parece que sería bastante sencillo. Muchos de los “partidos reales” que relato los hago a través de un sistema llamado off-tube, que consiste, básicamente, en mirar a los jugadores en una televisión. Y como miro mucho fútbol y conozco el movimiento de casi todos los jugadores, no necesito saber qué número tiene Messi en la camiseta para saber que es él quien lleva la pelota. Lo asombroso de los juegos es que los gestos técnicos de Benzema están recreados a la perfección. Lo mismo ocurre con Gareth Bale o Sergio Ramos, por mencionar a los jugadores del Real Madrid. Por lo tanto, no me resultaría un desafío llevar adelante un relato de estas características. El FIFA es tan parecido al fútbol real que relatarlo sería muy fácil.
La verosimilitud que ofrecen es tan elevada que muchos directores técnicos, como es el caso de Jorge Sampaoli, usan la consola como una herramienta de trabajo. Desde replicar los movimientos del equipo rival, ensayar una táctica de defensa, cambiar diferentes piezas dentro del campo de juego, entre otras alternativas.
Sobre si es un deporte, creo que es algo que está fuera de discusión. Como en cualquier competencia se requiere destreza y habilidad, ingenio y talento. A esto hay que sumarle el conocimiento de las características del juego, fundamentales para obtener un mayor provecho. Una misma lógica acompaña a los llamados shooters o de disparos, aunque son más difíciles de justificar, comparten las mismas normas que los de fútbol.
Claro que los más puristas tendrán sus argumentos para descalificarlo. Pero en plan de cuestionamientos, ¿es un deporte el poker o el ajedrez? ¿Quien tiene las respuestas? Aunque más que una discusión esto ya sería filosofar. Y sería otro tema.