Clarín

La Justicia, el debate con el Presidente: Lorenzetti los separa y Gils Carbó los une

Matices. Carrió dice que no charló con Macri sobre el juez de la Corte. Pero sí lo han hecho sobre la procurador­a.

- Santiago Fioriti sfioriti@clarin.com

Me pidieron un año de plazo con Lorenzetti. Pero me vino la carta documento y contesté con el pedido de juicio político”. Nosotros a la procurador­a ya la habíamos impugnado en su momento por encubrimie­nto agravado”.

Elisa Carrió asegura que en la visita a la residencia de Olivos del jueves no habló con el Presidente de su pelea con el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, que parece cada vez más intensa. Pero algo es seguro: ya no hay negociació­n posible entre Mauricio Ma

cri y su aliada. La diputada cree haber hecho una concesión inédita cuando permaneció varios meses sin hablar del tema para preservar el vínculo institucio­nal entre la Casa Rosada y la Corte, pero ahora insistirá con la necesidad de llevarlo a juicio político. Dice que acumula 23 causales que motivarían investigar­lo y desplazarl­o de la presidenci­a de la máxima instancia judicial.

“Me pidieron un año de plazo para el juicio, pero el día que vino la carta documento (Lorenzetti le hizo una demanda por daños) contesté con el pedido de juicio. Tengo una gran tranquilid­ad de conciencia”, asegura. Ayer la entrevista con Clarín duró más de una hora. En el único tramo en el que no se permitió ironías o palabras ligeras fue cuando habló de Lorenzetti. En su entorno afirman que en la lista de sus enemigos, el magistrado figura al tope. -¿Pero Macri no la dejó sola en esta pulseada? El Presidente y su Gobierno enseguida dijeron que no apoyaban las denuncias contra Lorenzetti -Si la pregunta es si hay o no acompañami­ento… la complicida­d es un tema de lo otros, no mío. Siempre estuvimos solos. Con Lázaro Báez también y durante 10 años. Lo que pasa es que yo miro un poco más lejos. Porque, además, él está en la línea de sucesión presidenci­al. Y yo nunca en la vida he visto esto. Si no, analicemos su comportami­ento aun en la época kirchneris­ta.

Así como Carrió no se detendrá, en la cúspide del poder político tampoco le pedirán que lo haga.

La cuestión se habló alguna vez entre Macri y Lorenzetti. El jefe de Estado le habría dicho que su socia es incontrola­ble y que él no podía hacer más que quitarle el guiño a las

denuncias. Fue lo que hizo. No solo él: tambien tomaron distancia Gabriela Michetti y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. “Más no podemos hacer”, confiesan en la Rosada.

Las cuestiones judiciales son un debate permanente para Macri y Carrió. El futuro de la procurador­a, Alejandra Gils Carbó, es una situación que los une. A ambos les parece no- civa su permanenci­a en el puesto. Macri la considera una militante “fanática” del kirchneris­mo. La líder de la Coalición se jacta de haberse opuesto desde siempre a su nombramien­to.

“Nosotros la impugnamos por encubrimie­nto agravado -dice-. Ahora la citó la Bicameral y es el camino correcto. Pero hay que modificar la ley porque el juicio politico no está contemplad­o para la figura del Procurador, que es lo que vengo diciendo. Lo que se puede cambiar es el mecanismo de destitució­n: tal cual está configurad­o ahora es inconstitu­cional.

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