Pidieron detener por coimas al desplazado jefe de la Policía de la Ciudad
El fiscal José María Campagnoli pidió su arresto. Lo investigan por el cobro de dinero a comerciantes de Núñez y Saavedra para tener seguridad “privilegiada” y también a “trapitos”.
Lo solicitó el fiscal José María Campagnoli. Al comisario Pedro Potocar lo investigan por el cobro de dinero a comerciantes de Núñez y Saavedra para tener seguridad “privilegiada”. Y por liberar zonas para que trabajen los “trapitos”. Estuvo en su cargo 4 meses.
La situación del suspendido jefe de la Policía de la Ciudad, Pedro Potocar, se complica con el paso de las horas. Ayer se conoció el pedido de detención en su contra y su arresto sería inminente, después de que el Gobierno porteño decidiera apartarlo del cargo el fin de semana. Al cierre de esta edición, el juez de Instrucción, Ricardo Farías, no se había expedido sobre la solicitud del fiscal José María Campagnoli, porque "todo el expediente está en la Cámara de Apelaciones". De todas maneras, hoy mismo Potocar podría presentarse a declarar espontáneamente en el juzgado y terminar preso.
Para el Gobierno de la Ciudad, desplazar al jefe de la Policía implicaba alejarlo un paso del arresto y reducir el impacto político de su procesamiento. Es que -según creyeron- desde afuera de la Fuerza no “podría entorpecer la investigación” y ya no habría motivos para capturarlo, al menos mientras avanza el expediente. Sin embargo, Campagnoli solicitó su detención. Potocar, ex director General de Comisarías de la Policía Federal y con apenas cuatro meses de gestión al frente de la flamante Fuerza porteña, esperaba "expectante" anoche la respuesta de Farías, pero íntimamente sabe que su futuro está complicado, aún cuando le había dicho a Clarín que no tenía “nada para ocultar” en la causa.
Al jefe de la Policía de la Ciudad lo salpicó una investigación por corrupción en la seccional 35°, con jurisdicción en Núñez y Saavedra, por la que ya detuvieron a cinco policías y cuyo comisario permanece prófugo.
Según la denuncia inicial y el expediente judicial, el sistema de recaudación consistía en el pedido de coimas a cuidacoches, comerciantes y empresarios. Habrían operado desde enero de 2016 y les exigían a los "trapitos" entre $ 400 y $ 500 por semana para "dejarlos trabajar" en su jurisdicción. Los dueños de los negocios pagaban una "cuota" de alrededor de los $ 2.000 por vigilancia “privilegiada” de sus locales. Pero a las cadenas más grandes les habrían pedido hasta $ 25.000 por el "servicio".
La presunta asociación ilícita (el cargo del que los acusa el fiscal Campagnoli) habría actuado bajo el mando del comisario de la 35°, Norberto Villarreal, que lleva cinco meses prófugo. Habría contado además con la complicidad de su superior directo, la comisario inspector Susana Aveni, que al momento de los hechos tenía a su cargo siete seccionales, entre ellas la 35°, y está presa desde hace tres semanas.
Para enero de 2016, Potocar era jefe de Aveni, ya que estaba al frente de la Dirección General de Comisarías de la Federal. Ella está acusada de ser la "jefa y organizadora" de esta asociación y ayer la Cámara Federal de Apelaciones rechazó su pedido de excarcelación, por lo que permanecerá detenida. Su "número dos", el subcomisario Marcelo Stefanetti, procesado como presunto "miembro" de aquella organización, también está preso. Aveni, hasta su captura, cumplía funciones en el área de Narcocriminalidad de la Policía de la Ciudad.
Además hay otros dos imputados: el comisario Norberto Villarreal, pró- fugo desde el 2 de noviembre, y el cuarto jefe de la dependencia, Alberto José Codaro, que permanece en libertad.
El juez Farías detuvo y luego procesó con prisión preventiva al sargento primero Adrián Otero, al cabo Alejandro Malfetano, al sargento Sergio Ríos y al suboficial escribiente Marciano Quiroga. Todos habrían integrado la "asociación ilícita", pero Quiroga y Ríos habrían actuado como "cobradores".
Potocar aparece involucrado en la investigación a través de un cuaderno con anotaciones referidas a supuestas sumas de ese dinero donde aparecen siglas de organismos destinatarios de parte de la recaudación. Con eso, y por la declaración de un policía, establecieron que parte de esas coimas eran distribuidas entre superiores, como la Circunscripción VII (que comandaba Aveni), la Dirección General de Comisarías (en las anotaciones aparecería bajo la sigla "DGC" y en ese momento estaba a cargo de Potocar) y la Superintendencia de Asuntos Internos de la Policía Federal. Anoche, el comisario habló con
A24 y dijo: “Si me detienen, lo sabré afrontar pero no es justo”. Y planteó: “Me pintan como un monstruo, ¿pero a quién eligieron como jefe de la Policía de la Ciudad?”.
Pedro Potocar asumió hace casi cuatro meses y podría quedar preso hoy mismo.