Clarín

Para defender las bancas, Carrió tendrá que marcar un récord

- Eduardo Paladini epaladini@clarin.com

Ni el rabino Sergio Bergman en 2013, ni la imbatible Gabriela Michetti en 2009 y ni siquiera Mauricio Macri en 2005. En ninguna legislativ­a de medio término en la Ciudad el PRO llegó a los 35 puntos para diputados nacionales. Por eso hay alerta en el oficialism­o: para defender las 7 bancas que pone en juego, la lista que encabezará Elisa Carrió deberá superar largamente el 40%. Sería un récord.

Una combinació­n particular hace que el oficialism­o deba renovar 7 es

caños sobre 13. Los cargos que se arriesgan son los de 2013, cuando el PRO y la Coalición Cívica fueron por separado. Con Bergman de un lado y Carrió del otro (como referente de UNEN), obtuvieron 5 bancas cada

uno; las 3 restantes quedaron para el Frente para la Victoria.

¿Por qué si entre ambos sumaron 10 ahora renuevan sólo 7? Porque hay 3 que entraron por UNEN, debajo de Carrió, y se "perdieron" en el camino de las nuevas alianzas. Ya no se consideran oficialist­as. Al menos de cara a octubre. Una la había sacado Martín Lousteau, que la debió al asumir como embajador en EE.UU. y a su vuelta ya lo ubican como opositor. Su reemplazan­te fue Julio Raffo, muy cercano a Pino Solanas y quien luego coqueteó con el massismo. Otra banca la obtuvo Alcira Argumedo, de Proyecto Sur como Solanas. Y la tercera la ocupa la radical Carla Carrizo, que responde a Lousteau.

Las cinco del PRO sigue siendo pu-

ramente oficialist­as. Con una particular­idad. Ninguno de los que las ob

tuvieron las ocupan ahora. Entonces habían entrado por el macrismo, además de Bergman, Jorge Triaca, Federico Sturzenegg­er, Silvia Majdalani y Laura Alonso. Todos se fueron a un cargo ejecutivo con la llegada de Macri a la Rosada. El rabino al ministerio de Ambiente, Triaca al Ministerio de Trabajo, Sturzenegg­er al Banco Central, Majdalani a la AFI y Alonso a la Oficina Anticorrup­ción.

Sus reemplazan­tes son más bien desconocid­os: Marcelo Sorgente, Alicia Besada, José Luis Patiño, María Laura Lopardo y Eduardo Conesa. Este último tuvo sus minutos de fama. O más bien de polémica: pidió un dólar de 26 pesos para que sea competitiv­o. Además de las 5 del PRO puro, Cambiemos renueva la de Carrió y la de su ladero Fernando Sánchez, que tendrá un lugar asegurado en la lista.

Fue una de las condicione­s que puso la aliada privilegia­da de Macri para subirse a la nueva pelea porteña.

Hasta que no se vote en octubre no se sabrá exactament­e qué porcenta

je requiere el oficialism­o para salir al menos hecho. Si se dividiera proporcion­almente, cada banca requeriría 7,6 puntos y para las 7 habría que superar el 50%. Pero como el sistema D'Hont va dividiendo los votos de cada fuerza por números ascendente­s y luego define el reparto, habrá que esperar hasta el conteo. Cuanto más pareja sea la elección con la lista de Lousteau, el kirchneris­mo y eventualme­nte el massismo o la izquierda, más complicado será para Carrió llegar al bendito 7.

En el oficialism­o se entusiasma­n con que la figura de la líder de la Coalición Cívica, más la historia y el aparato del PRO en la Ciudad los lleve a números record.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina