Colón, en silencio, sigue enhebrando triunfos con solidez y contundencia
Sumó su sexto éxito en fila con tantos de Vera y Leguizamón. Descontó Mierez para un Tigre que no levanta cabeza.
Una victoria más de Colón. La sexta consecutiva que estira el record de triunfos consecutivos. Para conseguirla, necesitó de todas los atributos que tiene este equipo, los que reunió en un sólo partido, en el que exhibió el manojo de virtudes que tiene: orden, juego, entrega, solidaridad y contundencia. Esos valores, sumados al perfil bajo y el trabajo silencioso de Eduardo Domínguez, el entrenador, hacen que el Sabalero sueñe. Alcanzó en el tercer lugar a River y a Racing y quedó a 6 puntos del líder Boca.
En la primera mitad, desde el juego, fue lo más vistoso de Colón. Porque al orden y a la contundencia que ya venía teniendo le agregó brillo. Durante varios pasajes de esos primeros 45 minutos se vio lo mejor estéticamente desde la llegada de Eduardo Domínguez. El equipo santafesino tuvo buena circulación de pelota, movilidad, juego asociado y triangulaciones. Y el efecto directo de toda esa suma de valores fue el gol. El mismo llegó a través de una pelota parada, una especialidad de la casa. Pablo Ledesma bajó un centro de un córner desde la izquierda de Facundo Pereyra y Diego Vera la empujó.
El interrogante que quedaba plan- teadoa al terminar al priemra mitad era cómo el local iba a amanera la venta con un jugador menos ya que fue expulsado Lucas Ceballos, quien fue muy fuerte a una pelota dividida. Después del parate de 8 minutos por el corte de luz, Domínguez metió mano y puso a Yamil Garnier para cubrir el lateral en lugar de Pereyra.
Pero los planes se complicaron enseguida. Porque ni bien se inició la segunda parte, al arquero Jorge Broun se le escapó una pelota por debajo del cuerpo tras el remate de Ramón Mierez y Tigre llegó al empate. A pesar de esa adversidad, es para destacar la muestra de carácter de Colón. Porque con un futbolista menos fue a buscar los tres puntos siempre. Para ello, utilizó su mejor arma: la pelota parada. Y cuando tuvo la oportunidad la aprovechó. Ledesma bajó la pelota, nuevamente, tras un tiro libre de Torres y Leguizamón la empujó.
Tigre fue en búsqueda del empate pero Colón resistió. También se vio favorecido por un penal de Garnier a Mierez que Mastrángelo no cobró. Respiró el Sabalero. Y su público deliró de felicidad.