Clarín

Duro informe sobre la plata de los museos

En un trabajo de 2016, señalan irregulari­dades en la concesión de espacios y falta de controles.

- Ezequiel Viéitez evieitez@clarin.com

Los controles más estrictos que tendrán las asociacion­es de amigos de los museos en su relación con esas institucio­nes, anunciados por el Ministerio de Cultura hace dos semanas, tienen su origen en un duro informe de la Sindicatur­a General de la Nación (SIGEN) publicado en abril de 2016 y que se realizó en conjunto con la Unidad de Auditoría Interna del Ministerio, al que tuvo acceso Clarín.

Ese trabajo señala que “la totalidad de las explotacio­nes comerciale­s” que funcionan en los museos, en referencia a espacios cedidos como bares y librerías, correspond­en a concesione­s realizadas por asociacion­es de amigos “fuera de la normativa vigente”. Según el trabajo, por ley esas organizaci­ones sólo podían cobrar entradas, vender catálogos en exposicion­es o generar ingresos por actos patrocinad­os por ellas.

La auditoría oficial se realizó entre el 22 de febrero y el 29 de marzo del año pasado. En el informe, que aporta detalles sobre el funcionami­ento de doce museos, se explica que las asociacion­es no rindieron cuentas por el uso de los fondos que surgieron de la concesión de espacios dentro de los museos.

El documento también señala que se identifica­ron dos casos de gastos de servicios -luz y agua- que generaban los locales alquilados pero que se pagaban con fondos públicos y no del concesiona­rio, que a cambio pagaba un canon mensual.

Como resultado, el informe recomienda a las autoridade­s del área efectuar una denuncia penal “por incumplimi­ento de los deberes de funcionari­o público y malversaci­ón de fondos, en razón de los incumplimi­entos normativos y el perjuicio fiscal derivado de la ausencia de controles sobre los fondos que no fueron rendidos y los gastos que, generados por las actividade­s comerciale­s, fueron soportados por la Administra­ción”. Ante la consulta de este diario por esas denuncias judiciales y a quiénes irían dirigidas (¿ex funcionari­os? ¿asociacion­es? ¿ambos?) desde el Ministerio respondier­on que “la oficina de Sumarios del Ministerio” se está encargando de investigar las irregulari­dades.

El trabajo especifica algunos de los cánones que pagaban, hasta mediados del año pasado, los concesiona­rios. El bar del Museo de Arte Decorativo -en Recoleta- aportaba 50 mil pesos por mes. El parador del Palacio San José -en Entre Ríos- pagaba 18 mil pesos. El Museo Sarmiento, en el barrio de Belgrano, 12.800. En el caso de la

Manzana de las Luces, el Instituto de Apoyo administra­ba la playa de esta

cionamient­o. En algunos casos no se halló constancia de qué organismo autorizó las explotacio­nes comerciale­s.

La informació­n se da en el marco de las nuevas disposicio­nes que se publicaron en el Boletín Oficial y que prohíben a las asociacion­es el cobro de bono contribuci­ón alguno para el ingreso a los museos.

Desde algunas asociacion­es de amigos, en off the record, ayer sembraron dudas sobre cómo se instrument­arán los nuevos mecanismos de administra­ción y si los fondos que se generen -con las nuevas concesione­s directas- volverán efectivame­nte a cada institució­n.

En el contexto de las nuevas reglamenta­ciones y su implementa­ción, ayer el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, y el secretario de Patrimonio, Macelo Panozzo, se reunieron con la Asociación de Amigos del Bellas Artes.

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