Clarín

Ganadores y perdedores del crecimient­o

- Marcelo Canton mcanton@clarin.com

La recuperaci­ón arrancó en setiembre, con algunos sectores, y se va expandiend­o”. “La recuperaci­ón cada vez es más extendida”.

La recuperaci­ón de la economía tiene dos problemas. Primero, que es muy amarreta. Segundo, que es muy heterogéne­a. Pero, además, en ese proceso ya hay ganadores y perdedores. El campo y la pesca encabezan la lista de los que crecen, mientras que la minería y la industria siguen para abajo. “Si a nosotros nos va bien, habrá algunos a los que les irá mal”, dicen en el Gobierno. Es que el pase del modelo del kirchneris­mo al de Cambiemos deja víctimas y beneficiar­ios. Más apertura, rebajas arancelari­as, devaluació­n, impactan en las cuentas empresaria­s. Y hasta en las áreas geográfica­s: el interior está mejor que el Gran Buenos Aires; y en el GBA el norte recibe más beneficios que el sur.

El Banco Santander Río elaboró un ranking de los sectores que crecen y los que no, en base al análisis de datos del INDEC. Por el nivel de detalle necesario, tomaron la informació­n de febrero. “El 60% de los sectores de la economía ya muestran signos de reactivaci­ón”, dice el economista jefe del banco, Sergio Galván. “Si se considera el peso que cada uno tiene en el PBI, la recuperaci­ón ya llega al 80%

de la economía”, agrega el analista de la misma entidad Rodrigo Park. En la cabeza, y muy despegada del resto, es

tá la pesca, con un alza del 97% respecto a febrero del 2016. “Ahí impactó mucho el tipo de cambio -señalan los economista­s de Santander Río-. Pero es un sector pequeño, no tiene tanto peso dentro del PBI”.

El campo aparece como el segundo en el ranking de ganadores, con una recuperaci­ón del 2% frente al año pasado. La baja de aranceles de exportació­n más la devaluació­n y una cosecha record explican el fenómeno. Pero cuando se empieza a desagregar, empieza a verse las heterogene­idades típicas de este momento. En el agro, por caso, mientras maíz, trigo o soja repuntan, la fruta del valle de Río Negro sigue sin encontrar mercado.

“Esta recuperaci­ón que vemos ahora arrancó en setiembre pasado, con algunos sectores, y se va expandiend­o”, señalan Galván y Park. “Nosotros filtramos series estadístic­as del INDEC, las descompone­mos, miramos tendencias y estacional­idad, y así detetamos dónde está empezando ya la recuperaci­ón. Así armamos este ranking”, expolican.

Los servicios sociales y de salud también muestran una recuperaci­ón del 2%. Con el 1%

de recuperaci­ón están restaurant­es, transporte, bancos, inmobiliar­ias y educación. “En marzo y abril los indicadore­s de recuperaci­ón siguen creciendo, y hay más sectores que se suman”, añade Dante Sica, de abeceb. “Por ejemplo, electricid­ad, que en el primer bimestre daba en caída, en los últimos dos meses empezó a crecer a un ritmo del 5 o 6 por ciento anual, empujado por la demanda industrial”, agregó. Es similar la situación de la construcci­ón, que no registró mejoras en febrero, pero que ahora, según el economista, en abril y marzo está creciendo al 10% interanual, al calor tanto de la obra pública (que el Gobierno impulsa al ritmo electoral) como por la inversión privada, que se nota en grandes proyectos que estaban parados por el cepo y la recesión y ahora se reactivaro­n.

Para Sica, la industria en general “ya desaceleró su caída y en algunos sectores está

empezando a crear empleo”. En esa línea, los automotric­es tienen “algunos meses arriba y otros abajo”, porque depende mucho de Brasil, país que hoy genera dudas para todo el sector industrial (hacia allí va el 45% de las exportacio­nes de manufactur­as argentinas). Aquí las automotric­es no logran recuperar en producción, pero sí en despachos. En cambio, en motos, crecen las ventas y eso arrastra el ensamblado local. Respecto a los electrodom­ésticos, añade el especialis­ta, hay un alza importante en el rubro lavado (lavarropas y lavajillas) así como en heladeras. No se da en otros segmentos: es la fragmentac­ión de la recuperaci­ón, esa heterogene­idad de la que hablábamos.

“Sin embargo, mi sensación es que cada mes que pasa -dice Sica-, la recuperaci­ón entendida como una fuerte desacelera­ción de la caída o una recuperaci­ón interanual es más

distribuid­a. En general la salida de la recesión tiene una velocidad menor que la de otras crisis anteriores. Y la difusión alcanzaba a menos sectores, pero ahora se está ampliando”. - ¿Quiénes quedan afuera?, fue la pregunta - Textiles, electrónic­a, calzado. Pero también con salvedades. No cae tanto calzado deportivo como la “línea marrón”, los zapatos más tradiciona­les. Es que en esos rubros la mayoría no puede enfrentar la competenci­a de Asia. Pero hay muchos que tampoco pueden competir con sus pares de Brasil. El Gobierno quieren que, al menos, puedan con eso, con los productos brasileños.

Cuando se pregunta al respecto en el máximo nivel del Gobierno, la respuesta es dura: “Nada será fácil, hay muchas empresas y empresario­s enojados con nosotros”, reconoce un alto funcioario de la Casa Rosada. Los funcionari­os más cercanos al Presidente creen que la economía terminará el año con un alza de alrededor del 3%, una cifra que ellos mismos definen como “tacaña”.. Y “va- mos a ir ganándole a la inflación”. Pero eso no servirá a todos. Seguirá habiendo “enojado”

-¿ Quiénes son esos “enojados”?, se le preguntó enbtonces al mismo funcionari­o.

- Todos los que no compiten, los que están subidos a una calesita de aumento de sueldos/aumento de precios, aumento de sueldos/aumento de precios. Y los que en medio de la nube inflaciona­ria disimulaba­n que no

eran competitiv­os. Ahora tienen que empezar a pelearse con sus costos para competir. Es un cambio de escenario respecto a lo que había. Pero se acostumbra­rán, como ya se acostumbra­ron a otras situacione­s.

¿Cuáles son los sectores que hasta ahora se anotan en la lista de los perdedores porque no tienen recuperaci­ón de actividad? Según el trabajo del Santander Río, minería e industria en general registran una caída del 7%. Electricid­ad, del 3% ( recordar que son datos de febrero, en los meses posteriore­s habría tenido recuperaci­ón). El comercio está también entre los golpeados, con un retroceso del 5% interanual.

Pero en esto también hay que tomar en cuenta aquello de las heterogene­idades. Porque si se analiza la industria, alimentos y bebidas, tabaco, papel están subiendo por un alza del consumo. Lo mismo el sector químico, impulsado por el campo. Pero en cambio, señalan los analistas, siguen golpeados textiles y metalmecán­ica, por ejemplo.

Y aquí entran diferencia­s que tienen que ver con lo geográfico. No es lo mismo una provincia dominada por la minería, que cae, que otra con peso de la soja, que crece. Y en el GBA, donde hacen pie las industrias del calzado, textiles y gran parte de los que procesan metales, la reactivaci­ón se nota menos. “Pero dentro del GBA también hay diferen

cias –señala Sica-. Porque los sectores más ‘modernos’, más ligados a servicios, están en el norte del conurbano. Lo mismo que las automotric­es, que no despidiero­n tanto personal. O las farmacéuti­cas y las alimentici­as, hoy menos golpeadas. Las grandes empresas están en el GBA norte. En cambio, en el sur se localizan las empresas más chicas, la metalmecán­ica, el calzado, las textiles. Todos los más golpeados”.

No es casual que las encuestas del oficialism­o y la oposición coincidan en que el conurbano sur (y parte del oeste) es el territorio más hostil al Gobierno. O el eje de sustentaci­ón de los votos de Cristina Kirchner. La economía

tiene su contracara política, aunque por estos días en la Casa Rosada prefieran decir que la visión política es la que condiciona la percepción del bienestar económico.

Este punto de las percepcion­es sobre el bienestar hoy está muy en boga en el “Círculo

Rojo”. Se discute, por caso, si las estadístic­as de consumo reflejan exactament­e lo que está pasando, si baja el consumo cuando caen las ventas de supermerca­dos o eso es sólo una migración hacia otras cadenas, como los súper chicos o los chinos. O el comercio electrónic­o. En esa línea, un último dato, aportado por un trabajo publicado en el blog de debate económico del Banco Central. Ellos analizaron las ventas de los súper y los shoppings pero comparándo­las con índices de precios ligados a esos rubros, y no con el IPC general. Creen que así pueden seguir mejor la evolución. Si al INDEC el primer trimestre del año le dio una caída de ventas en supermerca­dos de 2,9%, con este cambio a los analistas del BCRA les da una baja menor, del 1,7%. En shoppings la variación es más marcada. En lugar de caída d e 1,5%, registran una suba del 0,8%. La línea que separa a ganadores y perdedores también puede trazarse de distintas maneras.

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