Suecia cierra la investigación contra Assange por supuesta violación
Lo decidió la fiscalía porque no ve posible detenerlo pronto. Pero no lo declaró inocente. Dudas sobre su futuro.
Julian Assange no tendrá que enfrentarse a un juicio en Suecia por acusaciones de violación, pero su futuro sigue siendo una incógnita que se dilucidará entre los gobiernos británico, estadounidense y ecuatoriano.
La fiscal jefe sueca, Marianne Ny, anunció ayer que su departamento cierra la investigación por violación contra Assange, fundador de la web de filtraciones WikiLeaks, refugiado desde junio de 2012 en la embajada ecuatoriana en Londres.
En un comunicado, Ny afirmó: “Decidí abandonar la investigación sobre la supuesta violación cometida por Julian Assange”. Poco después, en una conferencia de prensa recogida por varias agencias, la fiscal explicó que abandonaba la investigación básicamente porque no veía posibilidad de detener a Assange en un futuro cercano, pero que la decisión no equivalía a declararle inocente.
Esa investigación se abriría de nuevo si Assange pisara territorio sueco antes de finales de 2020, cuando los delitos prescribirían. La Fiscalía sueca explicó ayer que, de acuerdo con su legislación, “una investigación criminal debe conducirse lo más rápido posible. En el momento en que un fiscal ha gastado todas las posibilidades de seguir con la investigación, está obligado a abandonarla”.
La Fiscalía criticó que la embajada ecuatoriana no haya colaborado en la investigación, pero la Justicia sueca pudo interrogar a Assange en 2016 gracias a la colaboración de Ecuador, país que protege a Assange y pide al gobierno británico un salvoconducto que permita que el fundador de WikiLeaks pueda volar a Quito, donde recibiría asilo político.
Assange, de 45 años y nacionalidad australiana, se refugió en la embajada ecuatoriana porque alegaba que la investigación sueca era sólo una tapadera para capturarlo y deportarlo a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por la publicación en WikiLeaks de documentos confidenciales de la
Administración estadounidense.
Assange vive en la legación diplomática ecuatoriana en Londres desde que perdió el juicio sobre su extradición del Reino Unido a Suecia. Sus abogados dijeron varias veces en el pasado que Assange no saldría de la embajada hasta no estar seguro de que no sería deportado a EE.UU.
El gobierno británico nunca ha confirmado o negado si alguna vez recibió un pedido de extradición por parte de la Justicia estadounidense. En los últimos meses WikiLeaks fue acusada de publicar información confidencial robada por los servicios secretos rusos o por hackers que estarían controlados por el Kremlin.
Pese a que Suecia desistió de investigarlo y confirmó que anulaba la orden europea de detención y entrega –el proceso de extradición entre los países de la UE, más simple que una extradición clásica-, Assange todavía no puede moverse con libertad.
Tras el anuncio de la Fiscalía sueca, la policía británica aseguró en un comunicado que sigue en vigor una
orden de arresto contra Assange por no haberse presentado ante un tribunal británico el 29 de junio de 2012.
El futuro de Assange podría estar ahora en Ecuador con el estatuto de refugiado político si la diplomacia ecuatoriana consigue que el gobierno británico le permita llevarlo desde la embajada hasta un avión con destino a Quito. Para lograrlo, Londres debería olvidar las presiones de Washington, para quien Assange es un criminal que debería estar preso. El canciller ecuatoriano Guillaume Long confirmó ayer que su gobierno intentará llevar a Assange a Ecuador.
La batalla legal de Assange con la Justicia sueca empezó cuando fue invitado en agosto de 2010 a participar en unas conferencias en Estocolmo. En aquella estancia en la capital sueca Assange habría tenido sexo con dos mujeres que después lo denunciaron por haberlas forzado.
El propio Assange publicó ayer en Twitter: “Detenido durante siete años sin cargos mientras mis hijos crecen y mi nombre es ensuciado. Ni olvido ni perdono”.
El abogado de Assange en Sueciea, Per E Samuelsson, dijo al diario Svenska Dagbladet que su cliente pudo explicar en 2016 a los investigadores suecos lo que había pasado con la mujer que le denunció por violación y que tienen pruebas de que EE.UU. intenta capturarlo. Las posibles víctimas de Assange en Suecia siguen esperando justicia.