Expectativas y alta participación en las elecciones presidenciales en Irán
Los iraníes acudieron ayer a las urnas en unas elecciones cruciales para decidir si renuevan su confianza en el actual presidente moderado Hassan Rohani y su proyecto aperturista, pese a que las altas expectativas creadas hace cuatro años no se han cumplido.
La otra opción en las presidenciales es dar un golpe de timón hacia el conservadurismo que representa el clérigo Ebrahim Raisi, defensor de los principios islámicos de Irán, escéptico con Occidente y cercano al líder supremo, el ayatollah Alí Jamenei.
El resultado puede suponer un gran cambio tanto sociocultural como en las relaciones internacionales de Irán, que salió de su aislamiento gracias al acuerdo nuclear firmado con las principales potencias de Occidente, el gran triunfo de Rohani.
Los colegios electorales permanecieron abiertos hasta después de la medianoche, luego de que las autoridades extendieran el horario de votación debido a la alta participación.
Más de 56 millones de iraníes estaban convocados a las urnas para elegir al futuro presidente y también a los representantes de los Consejo Municipales.
Aunque Rohani parte como favorito, si es derrotado se convertiría en el primer presidente desde la instauración de la República Islámica, en 1979, en no conseguir un segundo mandato de cuatro años.
Antes de que terminara la jornada electoral, el bando del opositor Raisi denunció “infracciones” y exigió una intervención inmediata contra “acciones de propaganda de algunos responsables y simpatizantes del gobierno” a favor del presidente saliente. Además, denunciaron que el nombre de Ebrahim Raisi estaba mal presentado en las listas y que no había suficientes papeletas en las “zonas desheredadas” más favorables al candidato conservador.
Raisi se presenta como el defensor de los pobres y pretende dar prioridad a “la economía de resistencia”, vertebrada por la producción y las in-
versiones nacionales.
Se espera que el vencedor sea proclamado en la primera vuelta, cuyos resultados definitivos deberían llegar el domingo como muy tarde.
“La participación entusiasta de los iraníes en la elección refuerza el poder y la seguridad nacional”, declaró Rohani después de votar en Teherán por la mañana.
Su contrincante, Raisi, que votó en una mezquita de un barrio obrero del sur de la capital, auguró “una participación máxima”.
Rohani, elegido en 2013 con el 50,7% de los votos, dedicó la mayor parte de su primer mandato a la negociación del acuerdo nuclear que finalmente se firmó el año pasado, y que permitió iniciar la apertura económica y política de su país.