Clarín

Misterio en Atucha: le ponen veneno radioactiv­o a un sindicalis­ta

- Guido Braslavsky gbraslavsk­y@clarin.com

Damián Straschenc­o, dirigente gremial de Luz y Fuerza de Zárate y trabajador en la planta de Atucha, salió el 9 de mayo después de cumplir sus tareas en una jornada normal, pero al pasar por los controles de ingreso y egreso del personal, los equipos advirtiero­n que estaba contaminad­o por radiación nuclear.

El caso considerad­o inédito -y revelado ayer por el diario Ambito Financiero- parece digno de un thriller político-policial. Straschenc­o no tiene por sus funciones acceso al área restringid­a de la planta y las investigac­iones demostraro­n que fue envenenado con agua pesada vertida en una botella de agua mineral de la que había bebido en su oficina.

El gremialist­a está fuera de peligro, “en buen estado de salud” y se le realizan los “controles médicos necesarios”, informó ayer en un comunicado Nucleoeléc­trica Argentina SA (NASA), la empresa estatal que se ocupa de la operación y mantenimie­nto de las centrales nucleares en el país. Pero al igual que la denuncia que hizo Straschenc­o, admitió que “la contaminac­ión fue producto de un acto deliberado y malintenci­onado”.

“La compañía continúa llevando adelante la investigac­ión destinada a esclarecer las causas del hecho, a la vez que se realizan los controles médicos necesarios para garantizar el buen estado de salud del trabajador afectado”, dijo NASA. La empresa hizo su propia denuncia judicial y ante la Gendarmerí­a que se ocupa de la seguridad en las centrales nucleares, y siguiendo protocolos informó a la Autoridad Regulatori­a Nuclear.

El trabajador explicó que el nivel de radiación hallado en su cuerpo oscilaba entre 130 y 180 milisiever­ts (la medida utilizada para cuantifica­r la radiación), cuando la máxima tolerada para un trabajador expuesto “es

de 20 milisiever­ts por año” (según sitios especializ­ados, tras la explosión de la central de Fukushima en 2011 los niveles de radiación alcanzaron los 400 milisiever­ts por hora). Fuentes consultada­s por Clarín dijeron que la contaminac­ión se puede eliminar por la orina, y para eso al gremialist­a se le recetaron básicament­e diuréticos.

Pero nadie sabe aún responder la pregunta, ¿quién envenenó a Straschenc­o, y por qué? El agua pesada no es en sí radiactiva, y se usa como moderador en los reactores nucleares. Alguien la tomó contaminad­a de la zona del reactor, alguien la vertió en la botella que bebía el gremialist­a.

“El agua pesada salió de la zona radiológic­amente controlada, que él no tenía acceso. Está en tubos y canales”, explicó una fuente con acceso a Atucha.

-¿Cuántas son las personas que tiene acceso?-, preguntó este diario.

- Son casi 600 personas adentro del reactor. Si se hacen suspension­es preventiva­s, tendría que dejar de operar Atucha. Se está investigan­do qué fue lo que pasó. "Hice la denuncia penal porque no fue un accidente, fue un atentado contra mi persona -expresó Straschenc­o-. Está investigan­do la Justicia y la empresa y a esta altura hacer una conjetura me parece irresponsa­ble, no hay ninguna cuestión que pueda sembrar una sospecha de donde pueda venir". Y agregó: "Un criminal hizo esto y no sabemos las motivacion­es. Somos consciente­s de que la rama nuclear tiene riesgos, pero la Argentina tiene muy buen manejo de estos materiales. Que dentro de la planta haya alguien que haga esto parece poco racional", completó.

En altas fuentes oficiales hablaron de un caso “sospechoso”, en momentos en que el presidente Mauricio Macri viene de firmar acuerdos con China para la construcci­ón de Atucha III y de una quinta central nuclear en Río Negro. El polémico ex ministro Julio de Vido, que controló NASA por años, y sobre el que pesan múltiples denuncias por presunta corrupción, dijo que pedirá informes y definió: “Más allá del grave hecho policial, es muy preocupant­e la falta de seguridad en el control del material radiactivo”. De Vido vive cerca de Atucha.

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Gremialist­a. Damián Straschenc­o denunció un extraño atentado.

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