Argentina hizo los goles suficientes como para creer en la clasificación
Jugó su mejor partido y ahora, con 3 puntos y +1 de diferencia de gol, aspira a ser uno de los mejores terceros.
Argentina tenía sólo una chance en su última cita de la fase de grupos: debía vencer a Guinea, con goleada de ser posible. Lo hizo. Venció 5-0 al tercero del Campeonato Africano. Sin embargo, todavía debe esperar otros resultados para saber si disputará los octavos de final. Pasando en limpio todo lo que le viene bien al equipo que dirige Claudio Ubeda: 1) que en la última fecha del Grupo C no ganen Costa Rica ni Portugal; 2) que en el Grupo D no empaten entre ellos Japón e Italia; 3) que en el Grupo E Vietnan no derrote a Honduras. Dos o más de estas posibilidades lo pondrán a la Argentina frente a la chance concreta de continuar en la Copa del Mundo.
Parece un mandato: en el Sudamericano, disputado en Ecuador, Argentina tuvo que esperar una mano ajena para clasificarse a Corea del Sur 2017. En aquella ocasión fue el empate sin goles de Colombia frente a Brasil, el finalista de la edición anterior que se quedó afuera en la etapa eliminatoria.
Argentina ofreció su mejor versión justo en esta última fecha. Se impuso desde el principio hasta el final. Pareció otro equipo. Ganó con tantos de Marcelo Torres, Lautaro Martínez (en dos ocasiones), Matías Zaracho y Marcos Senesi. Arrasó a un rival que, a priori, ofrecía otras dificultades y otro potencial. Incluso antes del primer tanto, convertido a los 33 minutos, Argentina ya había se había mostrado muy superior a Guinea.
Queda una impresión al cabo de los
tres partidos: cuando Argentina se animó en el torneo, se mostró superior a sus oponentes; cuando esperó posturas ajenas, padeció.
Fue atinada la explicación de Ubeda, tras la goleada: “En los tres partidos fuimos futbolísticamente superiores al rival y no lo pudimos reflejar en los primeros dos partidos. Ante Guinea era un rival inferior a nosotros. No me resulta nada gratificante depender de otros resultados, por cómo jugamos deberíamos estar clasificados, pero la reali
dad es esta”. En eso andan el entrenador y sus jugadores: esperando la provindencia de los resultados ajenos en el fin de semana.
Desde el lugar de los hechos, en esa ciudad de Jeju que cobijó la primera victoria, Ubeda agregó sobre este escenario nuevo: “Lo principal era que nosotros hicimos lo que teníamos que hacer. Ahora hay que estar tranquilos”. No queda otra: rezar, para los que crean...