“Lo que me sorprende en el ciclismo europeo es la locura y la pasión que tiene la gente al costado de cada ruta”
Eduardo Sepúlveda es chubutense, tiene 25 años y hace cinco temporadas lo contrató un equipo francés para correr. Vive en Andorra y participó de un par de ediciones del Tour de Francia, la carrera soñada para todo ciclista profesional.
No sólo futbolistas (Angel Di Ma.ría, Javier Pastore), rugbiers (Juan Martín Fernández Lobbe,Patricio Albacete, Horacio Agulla) o jugadores de handball (Diego Simonet) despiertan el interés de los equipos de Francia. Desde el país de la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, las baguettes y los croissants también fueron seducidos por un ciclista argentino: Eduardo Sepúlveda, chubutense de 25 años, 1,73 metro y 59 kilos, quien obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 (en persecución por equipos, junto a Walter Pérez, Marcos Crespo y Maximiliano Almada), ganador de la medalla de oro en el Campeonato Panamericano de Ciclismo 2012, en Mar del Plata, en la prueba contrarreloj individual Sub 23, y participante de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro.
“Más que una decisión fue una evolución. En mi primer año compitiendo en Sub 23, cuando tenía 19, empecé a viajar con la Selección Argentina de pista y ruta a distintas competencias. Y desde el centro mundial de ciclismo, en Suiza, recibí una invitación para integrar el equipo para poder competir en distintas competencias en Europa y en Copas del Mundo Sub 23. Fue corriendo ahí que me vieron los equipos franceses y fiché con uno de ellos”, explica Eduardo Sepúlveda, nacido el 13 de junio de 1991 en Rawson, y actual representante de Fortuneo Vital Concept (ex ,Bretagne-Séché Environnement), equipo ciclista profesional francés, -¿Cómo es la vida de un ciclista argentino en Francia? - En Francia viví solamente un año, el primero, en 2013. Ahora estoy viviendo en Andorra. En mi equipo te permiten vivir donde quieras, donde te adaptes mejor o te sea mejor el terreno para entrenar. Ellos te controlan los entrenamientos, diariamente tengo que enviar los datos que registra la computadora de la bicicleta: dónde va la potencia, los pulsos, los tiempos, el desnivel, la cadencia, etc, Esa es su manera de controlarte. -¿Y cómo es tu rutina? - Vivo en Andorra diez meses al año, que es el tiempo que dura la temporada europea. Toda mi vida se adapta al deporte, desde el cuidado en las comidas por el peso corporal, haciendo concentraciones en la altura y viajando mucho con el equipo. Son muchas las horas que le dedico al entrenamiento diario. - Siendo extranjero y único no europeo (hay un inglés y un británico), ¿cómo te sentís en Fortuneo Vital? - Todo el equipo me trata muy bien. Este es mi quinto año, así que estoy totalmente adaptado y con buena relación con mis compañeros y los directores. Eso a la hora de estar muchos meses lejos de la familia, creo que es importante. -¿Qué fue lo más sorprendente para vos, en lo personal, en esta expe-
riencia europea? - Algo que me sorprende y me gusta, es el nivel de locura y pasión que tiene la gente al costado de la ruta. El ciclismo es un deporte muy popular en Europa, y que tenga tanta afición hace que haya patrocinadores importantes y muchos equipos profesionales, algo que en Argentina es muy dificil. -Correr un Tour de Francia debe ser un equivalente a jugar Champions League en fútbol o Roland Garros o Wiimbledon en tenis, ¿no? - Competir en el Tour de Francia para un ciclista es un sueño. Sí se puede comparar con la Champions League o cualquiera de los eventos más importantes a nivel mundial de cada deporte. Es una carrera que se disfruta y se sufre. Toda la prensa del mundo del ciclismo está mirando y siguiendo las alternativas, participan los mejores corredores y también tenés la presión de los patrocinadores que se quieren lucir ahí. El Tour es una carrera muy dura y muy rápida, dura 21 días y a medida que avanzan las etapas, corriendo seis horas diarias, se torna más complicada. -Pasaste por una situación muy particular en la edición 2015 cuando ibas en los primeros puestos y te descalificaron. -Fue por un error medio tonto. No tenía mucha experiencia en este tipo de carreras y cometí una equivocación importante. Se me cortó la cadena en el puerto de Escrinet y el auxilio de mi equipo no me vio. Siguió de largo y como estaba apurado me subí a un vehículo de otro equipo para buscar ayuda. Habré hecho 150 metros en ese auto pero eso está prohibido y por eso me descalificaron. Fue una lástima porque venía bien, entre los primeros 20 y era una actuación histórica para un ciclista de nuestro país. Me sirvió de aprendizaje.