Ganó Banfield y ahora Boca debe esperar
Venció a Central por 3 a 1 con los goles de Sperduti, Sarmiento y Cvitanich, de penal. Descontó Carrizo.
Aplauden a rabiar los hinchas de Banfield a cada uno de los once titulares que anuncia la voz del estadio. Pero ninguno se lleva más palmas que Julio César Falcioni.
El Emperador. El técnico que, otra vez, comanda una campaña histórica del equipo, mucho más después del 3-1 de anoche ante Rosario Central para quedar segundo a 2 puntos del líder Boca. “Los días más felices siempre fueron Falcionistas”, dice una bandera en la popular Eliseo Mouriño del Florencio Sola. Ese parece ser el secreto, o la clave, de otra campaña que ilusiona. No sólo por la clasificación para la Copa Libertadores. También por el campeonato. Todavía hay chances, hay esperanzas.
Con un terreno de juego rapidito por una lluvia cortita, los minutos iniciales sirvieron para acomodarse. El panorama comenzó a despejarse para el local en seis minutos fatales de la terna arbitral para el equipo rosarino. A los 8 minutos, Darío Herrera dejó pasar un manotazo de Brian Sarmiento a Javier Pinola, que era al menos para amarilla. Un minuto después llegó la expulsión de Pinola por un codazo que no fue a Sarmiento. El defensor abrió el brazo ampulosamente, le metió la mano en el pecho y el volante cayó tomándose el rostro. Herrera no iba a cobrar nada, pero a instancias del asistente uno Ezequiel Brailovsky sancionó la falta y le mostró la tarjeta roja a Pinola. Después, una serie de pifias de la defensa de Central en su propia área le permitieron a Mauricio Sperduti marcar el primero a los 14 minutos.
El nerviosismo se apoderó de los jugadores de Central, que antes de los 40 minutos ya tenía cuatro amonestados (Teo Gutiérrez por protestar la expulsión, Camacho, Carrizo y Salazar). En ese rato, Banfield se acercó con peligro al arco de Rodríguez, pero le faltó precisión para definir. En la única que la pelota llegó a la red por un cabezazo de Cvitanich, el delantero estaba adelantado.
El equipo de Falcioni no supo estirar la ventaja y Central se acomodó. Aquella instantánea del final de la primera etapa se transformó en realidad en el arranque de la parte final. Y el que sacó provechó de las dudas de la defensa local fue Carrizo quien igualó con un remate cruzado. La historia parecía complicarse para Banfield. Pero apareció el talento de Brian Sarmiento. El volante ejecutó un tiro libre con maestría que se metió en el palo derecho de Rodríguez. El gol lo festejó delante de todo el banco de suplentes de Central. Una cosa es estar activo y otra, gozador. En el minuto final, Cvitanich puso el 3-1, de penal. “Que de la mano/de Julio César/todos la vuelta vamos a dar”, bajó desde las tribunas. Banfield aún sueña con el título. Está expectante, pero tiene con qué ilusionarse. w