Gimnasia fue más efectivo y se llevó una gran victoria

La expectativa se centró en la codiciada plaza a la Copa Sudamericana. Un objetivo compartido, que jugó en la cabeza de todos durante los 90 minutos. Es sabido que los partidos se ganan por goles, no por las intenciones. Si no se convierten, todo esfuerzo es exiguo, irrelevante. Talleres sintió esa carencia y lo pagó caro. Gimnasia fue concreto en su búsqueda y cuando tuvo la chance no la desperdició. Fue 1-0, una victoria que le permite igualar la posición de su rival y acercarse a Central.

Sacrificio, entrega y una enorme dosis de paciencia tuvo Gimnasia para sostenerlo. Jugó como hacía tiempo no lo hacía y tuvo su recompensa. Brahian Aleman marcó la diferencia: siempre bien ubicado, fue determinante. Ejecutó con maestría el tiro libre para que Mauricio Romero coloque el 1-0 con un estupendo cabezazo, abajo, al palo izquierdo. Después, sacó un fortísimo remate que hizo vibrar la base del palo izquierdo y más tarde, otro zurdazo desde lejos que pasó cerca del travesaño.

Talleres hizo el gasto durante 60 minutos. Pero Guiñazú, quedó muy solo en su enorme despliegue. Bebelo Reynoso pareció estar más pendiente de su transferencia (¿a Boca, River o al exterior?) que de lo que pasaba a su lado, y arriba Ramis (dos veces), Araujo, Palacios, Sánchez y Giménez fallaron en la ejecución tanto como se lució Alexis Martin Arias para abortar varios de esos intentos.