Cartas que emocionan y nos dan un anticipo para el Día del Padre

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“Tener un hijo va a cambiar tu presente y tu futuro”, me habían dicho, pero se quedaron cortos. Recuerdo con mucho dolor haberme avergonzado de mi padre. Era yo muy pibe, ya me perdoné. Mi familia había naufragado entonces, y yo traté de mantenerme a flote. Fui egoísta. Sé que las esquirlas de mis estallidos emocionales han dado en gente cercana, ojalá hayan podido disculparme. Juan Hugo, mi papá, era casi un analfabeto, pero me enseñó a escuchar (a leer) canciones. Los Plateros, Nino Bravo, Julio Sosa, Pichuco, Los Wawancó, Gardel y tantos otros.

Hoy se me estruja el alma y tengo que parar de escribir para secarme las lágrimas. Miro tus fotos de ayer y lo veo a Dante, tu nieto, mi hijo. Dios quiso que nos reconciliáramos con mi Viejo días antes de su partida. Pude decirle mirándolo a los ojos mientras se iba: “Papá, te quiero, está todo bien, andá tranquilo…” Mi hijo cumplió años y antes de juntar fotos para su videito, sentí la necesidad de compartir esto para hablar sobre mi padre cosas que no pude contarme ni a mí mismo. Tener un hijo también me cambió el pasado. Gracias, papá. Gracias, hijo.

Mi viejo ya no está conmigo y no puedo hoy decirle que aquello que me parecía natural de un padre, como era su decencia, hoy me habilitaría a darle un fuerte abrazo. Gracias por enseñarme a ser honesto, por haber sido funcionario publico, ministro y no avergonzarme de ello, que nadie me haya dicho alguna cosa oscura sobre tu gestión.

Yo me pregunto cómo se sentirán los hijos y las familias de todas estas personas que aun llenas de billetes no podrán ocultar la sospecha, no podrán llevar ese apellido con orgullo y no podrán evitar las miradas crueles de una sociedad los hará culpables a ellos también.

He estado muy cerca de la política y no sólo mi padre era honesto. Lo que en este tiempo nos toca ver es de veras lamentable. Viejo, alguna vez hemos discrepado, pero me diste muchas cosas buenas. Te agradezco haberme enseñado que se puede ser decente y honesto aun siendo un funcionario.