Un acto con mucha seguridad y una protesta K
Buscando evitar protestas contra el presidente, el Monumento Nacional a la Bandera lució ayer cercado por vallas, gendarmes y
efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Una imagen inusual. El objetivo del operativo se cumplió, aunque unos 30 militantes kirchneristas lograron visibilizar sus reclamos. A unos 50 metros del acto se mezclaron con partidarios macristas, exhibieron carteles contra las políticas oficiales y una pancarta exigiendo la libertad de Milagro Sala. Un rato antes se soltaron globos con mensajes que reclamaban también por la líder de la Tupac Amaru.
“Usted fue robado por el gato de la Rosada”, podía leerse en carteles improvisados. “Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación”, cantaban entusiasmados. Otro grupo conformado por la Multisectorial contra el tarifazo, organizaciones sociales y de derechos humanos llegó hasta los vallados ubicados a 200 metros
“Hay gente que tiene actitud agresiva”, confió la ministra Bullrich en Rosario.
del Monumento. Pretendían, también, exponer sus quejas.
Las extremas medidas de seguridad, que recortaron los tradicionales desfiles, generaron el enojo de combatientes de Malvinas. Esperaban ser parte de la actividad oficial y se marcharon al comenzar los discursos.
“Del lado de quienes ofrendaron su vida por esa bandera, que mañana flameará demasiado sola, nunca lo podremos ni entender ni aceptar”, criticaron el lunes desde el Centro de Ex Combatientes de Rosario. El malestar por un acto acotado, que duró apenas media hora, resonó aún más porque ayer se cumplía el 60 aniversario de la inauguración del Monumento.
“Hay gente con actitud agresiva”, dijo la ministra Patricia Bullrich. El gobernador Miguel Lifschitz hizo equilibrio: propuso que las fechas patrias tengan otra vez participación masiva, aunque concedió que en los últimos años el acto en Rosario se había “politizado”, en una crítica al kirchnerismo. Antes, lo único que se escuchaba cerca del Monumento era la voz perdida de un payador.