Detienen a diez policías por perder pruebas sobre la desaparición de una joven
Fue por pedido del fiscal que encabeza la investigación, que ahora quedó en manos de la Policía Federal.
“Desplazo a la Policía de Tucumán del caso. Desde ahora en más, sólo se trabajará con la Policía Federal”. La frase fue pronunciada por el fiscal Claudio Bonari y muestra el descontento del funcionario público con las desprolijidades en la causa que investiga la desaparición de Daiana Garnica (17), vista por última vez el 6 de mayo. En las últimas horas, diez policías fueron detenidos acusados de haber perdido pruebas que podrían ayudar a resolver el caso.
Por la desaparición de la adolescente está preso Darío Suárez, un hombre de 40 años que le mandó un mensaje de texto a Daiana para pedirle que la acompañara a comprar un regalo. Desde entonces, no se sabe nada de ella. “No le cuentes a nadie”, terminaba el SMS que le envió ese 6 de mayo. El sospechoso admitió esa conversación, pero aseguró que finalmente no se encontró con la chica.
La semana pasada, a poco más de un mes de la desaparición de la joven, se informó un faltante de pruebas que figuraban en el expediente. Los diez policías detenidos el lunes se desempeñaban en las divisiones Laboratorio, Sanidad y Homicidios de la Policía local y, según anunció el fiscal, permanecerán en esa situación “hasta que se determine quién es el responsable de lo que pasó”.
“En una investigación de este tipo no se puede extraviar nada, especialmente si son pruebas importantes”, dijo Bonari a la prensa local. Los cuatro sobres que se perdieron son cla
ve para hacer estudios relacionados con la posible aparición de la chica. Contenían material compatible con restos óseos y piezas dentales recogidos en el horno de la cortadora de ladrillos en donde trabajaba Suárez. También había una pieza de metal que podría ser el piercing que usaba Daiana. Esas pruebas eran fundamentales para sostener la hipótesis de los investigadores: que el principal sospechoso convocó a la chica, la atacó sexualmente y se deshizo de su cuerpo en un horno ladrillero.
“Es la primera vez, desde que estoy a cargo del Ministerio Fiscal, que sucede algo de esta gravedad”, remarcó Edmundo Jiménez, fiscal general de Tucumán. La pérdida de las pruebas generó el rechazo del padre de Daiana y de los abogados de Suárez. “Si los que están investigando no se sienten competentes, que se retiren”, pidió el padre de la joven. “Solicitaré que se investigue quiénes son los encargados de custodiar estos elementos”, aseguró a La Gaceta Julieta Jorrat, defensora del imputado.
Por el caso también fueron detenidos Fabián “Sapo” Pacheco, compañero de trabajo de Suárez; el dueño de la ladrillera, Juan Matar; y seis de los familiares del principal sospechoso, todos acusados de encubrimiento.
La desesperación y el lento avance de la investigación, llevó al papá de Daiana a proponerle al fiscal que liberara a Suárez a cambio de que aportara algún dato relacionado con la aparición de su hija. Su pedido no prosperó.