Fue clave en la primera parte del torneo y Tevez festeja el título, de acá a la China
Importante en el juego, decisivo en el primer duelo con River y un aporte de 5 goles hasta su despedida.
Al repasar los nombres propios del título de Boca, quizá sea el de Darío Benedetto, determinante con sus goles, el primero en aparecer. También podría asomar el de Ricardo Centurión, quien deslumbró con sus gambetas y se ganó a La Bombonera. O incluso Wilmar Barrios, con una sorpresiva aparición sobre el final del campeonato, que le dio seguridad al equipo en el momento de mayor confusión. Pero hay uno que no puede faltar, uno que fue determinante en la primera mitad del torneo aunque, hoy, parezca lejano: Carlos Tevez. Sí, él también es campeón.
Tevez es campeón por los cinco goles que convirtió: a Belgrano, en la 2ª fecha; a Racing, en la 12ª; el memorable doblete a River, en la 13ª, y uno más a Colón, en la 14ª, el día de su último partido con la azul y oro y en la Bombonera.
Es campeón porque fue la figura y quien se puso el equipo al hombro en el 4 a 2 sobre River, en el Monumental. Y, sobre todo, es campeón porque
fue el referente del equipo mientras estuvo en el club.
Finalizada la primera rueda del campeonato, Carlitos tomó la decisión de irse a China, a jugar al Shanghai Shenhua. En su partida dejó al
equipo puntero tras ser el mejor jugador del conjunto de Guillermo Barros Schelotto en ese tiempo. Sorprendió su partida , claro, días antes, en su último partido con la camiseta de Boca, había mostrado una de sus mejores versiones en la goleada a Colón. Futbolísticamente no dejó ningún hueco para reproches.
Aquel 18 de diciembre, paradójicamente el Día de los Inocentes, el partido tuvo todos los condimentos de una despedida. No estaba confirmado, pero así lo sentían la gente en las tribunas y el propio Tevez. Lo ratificó cuando se retiró de la cancha y rompió en llanto en el banco de suplentes. La partida era inminente.
Su salida resultó dolorosa desde el punto de vista anímico en el mundo Boca. Y en el plano futbolístico su ausencia tardó en hacerse notar por la demora en la reanudación del campeonato. Al cabo, Tevez se hizo ex
trañar. Sin él, el equipo estuvo lejos de parecerse al que demostró en la primera rueda que estaba para campeón. Tuvo sus altibajos y remontó en los tiempos decisivos, sobre todo con los triunfos ante Newell’s e Independiente.
Ya en tierras lejanas, Tevez conmovió al mundo Boca con sus explosivas declaraciones sobre Juan Román Riquelme. Fue una sombra inesperada (y acaso inoportuna) en los momentos previos a la consagración que, más tarde o más temporano, iba a llegar. Dividió Tevez con aquellas declaraciones. Fue una grieta tan ajena a todo lo que dio en la cancha que marcó una herida absurda en el corazón boquense. Sin embargo, lo que le dio al equipo fue más luz que estas últimas sombras. Y es campeón, de acá a la China.