El “show” de la canciller en la OEA y la errática conducta de Caracas
Delcy Rodríguez lanzó duras críticas a sus pares. Y presentó 10 proyectos que fueron rechazados.
Mientras la Asamblea General de la OEA intentaba-sin resultados-aprobar una resolución sobre la crisis en Venezuela, la canciller de ese país, Delcy Rodríguez, cosechó enorme protagonismo en la reunión que terminó ayer en el balneario mexicano de Cancún.
“¿Qué significa la salida de Venezuela de la OEA?”, dijo el canciller mexicano, Luis Videgaray, repitiendo la pregunta de un periodista en la rueda de prensa en Cancún. “Es la salida, el regreso, la salida, el regreso...”, respondió con cierta ironía.
La Asamblea General que la Organización de Estados Americanos celebró esta semana estaba llamada a ser la primera sin presencia venezolana después de que el presidente Nicolás Maduro pusiera en marcha hace casi dos meses los trámites para abandonarla ante la creciente presión sobre él. Desde el 28 de abril, ningún representante de Venezuela había vuelto a ocupar el sillón en una cita de la organización panamericana.
Pero Delcy Rodríguez apareció el lunes en el centro de convenciones del lujoso hotel de Cancún donde se celebró la cita. “Nosotros no reconocemos esta reunión”, espetó a sus pares al inicio de la reunión de consulta sobre Venezuela que precedió a la apertura de la Asamblea General. Rodríguez, abogada de 48 años, fue ministra de Información antes de ser nombrada canciller en diciembre de 2014. Ahora es uno de los miembros más importantes en el gabinete de Maduro.
“Lo que de aquí salga, Venezuela no lo va a avalar”, dijo antes de levantarse y abandonar la sala para irse a dar una rueda de prensa en la que procla- mó: “De la OEA no queremos nada y no reconoceremos nada”.
Pocos minutos después anunciaba: “Hemos presentado 10 proyectos de resoluciones”. ¿Se iba o no se iba la canciller de Venezuela? La foto de familia de los cancilleres con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se hizo sin ella.
Pero al segundo día, Rodríguez reapareció. Acompañada por su delegación, escuchó en el plenario a Videgaray, elegido presidente del encuentro y al ministro boliviano Fernando Huanacuni. Pero cuando el peruano
Ricardo Luna, el primero en aludir críticamente a la situación venezolana, pidió elecciones y una salida a la crisis, solicitó la palabra y a él y los demás críticos los llamó “camada de perritos falderos del imperio”.
Comenzaban así casi seis horas de réplicas de la canciller a cada uno de los ministros que pedía comicios, la liberación de los políticos presos y una marcha atrás en la convocatoria de la Asamblea Constituyente a la que convocó Maduro para que redacte una nueva Carta Magna.
A la ministra canadiense la tachó de “golpista”. “Qué bueno que ya llegamos al jefe”, le espetó a John S. Sullivan, subsecretario de Estado estadounidense. Al canciller de Costa Rica, Manuel A. González Sanz lo calificó de “analfabeto político”. Puso sobre la mesa el índice de pobreza de Honduras y acusó a Brasil de no tener un gobierno democrático.
Luego se fue a dar una rueda de prensa. “Yo sigo aquí”, dijo ante la nube de periodistas. “Nos vamos victoriosos con una Venezuela soberana más independiente y la Venezuela soberana nunca volverá”, aseguró después, flanqueada por su seguridad y parte de su delegación.
Rodríguez no estuvo presente en la sesión de ayer a la mañana. La delegación venezolana fue encabezada por Carmen Luisa Velásquez, representante alterna ante la OEA. Los 10 proyectos de resolución presentados por Caracas fueron rechazados. Entre ellos figuraba un rechazo al muro que el presidente Donald Trump busca construir en la frontera entre Estados Unidos y México.