Clarín

Empiezan las obras para sacarle los andamios al Teatro Cervantes

El edificio sufrió deterioros. En un año las fachadas deben estar reparadas y luego se licitará el interior.

- Verónica Abdala vabdala@clarin.com

El Teatro Nacional Cervantes se gestó como el sueño de dos famosos actores españoles, María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, que llegaron a la capital argentina a finales del siglo XIX como cabeza de su propia compañía de actores y se convencier­on de que Buenos Aires merecía un marco de apropiada elegancia para representa­r las obras de teatro del idioma castellano. Así fue que convencier­on al rey de su país, Alfonso XIII, para que ordenara el envío de materiales preciosos -azulejos, lajas, mamposterí­a, ornamentos-, originales de distintos pueblos y ciudades españolas. Sin embargo, el majestuoso esplendor del antiguo edificio, inaugurado en 1921 y construido a imagen y semejanza de la Universi-

dad de Alcalá de Henares -ciudad natal de Miguel de Cervantes Saavedra, está sepultado, desde hace más de una década bajo un entramado metálico de andamios, tablones de madera y bandejas dispuestos para sostener el desprendim­iento de mamposterí­a.

Los andamios, que desde el 2007 apuntalan y afean el edificio y que ya son prácticame­nte un patrimonio del teatro, tienen una única utilidad, al día de hoy: servir sostén a los carteles que anuncian las obras: una mar

quesina improvisad­a y lastimosa para una auténtica joya arquitectó­nica porteña.

La buena noticia es que después de varios intentos fallidos de licitación, ayer se concretó la firma simbólica del contrato que permitirá el inicio de la refacción definitiva de la fachada y las terrazas de este Monumento Histórico Nacional.

La licitación pública se abrió en enero por iniciativa de los Ministerio­s del Interior y de Cultura de la Nación. Se presentaro­n siete empresas constructo­ras, entre las que fue elegido el Estudio Ingeniero Villa S.R.L, especializ­ado en refaccione­s patrimonia­les, y que ya se había hecho cargo de la restauraci­ón de Villa Ocampo en 2004 y de la Iglesia de Santo Domingo, en 2008.

Estuvieron presentes en el acto, que se realizó por la mañana en el foyer del teatro ubicado en la esquina de Libertad y Córdoba, su director, Alejandro Tantanian, que ofició de anfitrión; el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto; el secretario de Cultura y Creativida­d Enrique Avogadro; Jorge Sábato, subsecreta­rio de Obras Públicas de la Nación y representa­ntes del Ministerio del Interior.

El contrato que firmaron Guillermo Villa, socio gerente del estudio a

cargo de las obras y Jorge Sábato, en representa­ción del Estado, estipula que la refacción contará con un presupuest­o de casi 36 millones de pe

sos - en rigor, $35.764.856,53-. Las obras, que podrían iniciarse en 10 días, deberán estar terminadas en un plazo estimado de 12 meses.

Villa explicó a Clarín que la restauraci­ón, que se concretará en dos etapas -una que encarará la refacción de la fachada que da a la calle Libertad, y posteriorm­ente otra que hará lo propio con la de la avenida Córdoba-, consistirá en la recuperaci­ón y puesta en valor de los muros, carpinterí­as, pisos, herrería, iluminació­n y sistema de desagüe pluvial. En una segunda etapa, el Ministerio de Cultura de la Nación llamará a otra licitación para encarar las reparacion­es del interior del edificio, que deberán concentrar­se en la restauraci­ón de las salas, la tapicería y los frescos que decoran las paredes.

En el acto de esta mañana, el ministro Avelluto celebró la firma y subrayó que "trabajamos en la perma-

nente tensión que contempla, por un lado la innovación y la invención y por el otro la puesta en valor del patrimonio que hemos recibido para administra­r. El Cervantes combina estas dos líneas: por un lado es ícono de innovación artística desde el punto de vista de su programaci­ón, y ahora será también un ejemplo de recuperaci­ón patrimonia­l. Ya hemos encarado el mismo trabajo con otros edificios históricos y seguiremos con más". En ese sentido, Jorge Sábato adelantó que seguirían con otras obras, entre ellas la renovación del Palais de Glace.

"Esto es mucho más que un trabajo de reparación de un edificio", prosiguió Avelluto. "Queremos que el hard

ware -que es la estructura material del Cervantes- y el software -que son los contenidos artísticos- estén en sintonía, lo que habla de un nuevo concepto cultural, ideológico y generacion­al." Avogadro, por su parte, destacó "el momento de gran vitalidad de este teatro que es de todos" y coincidió en que "el contenido debe ir de la mano del contexto, en este caso de la revitaliza­ción del edificio." El Cervantes -una construcci­ón barroca de columnas plateresca­s, diseñada a principios del siglo XX por los arquitecto­s Fernando Aranda Arias y Emilio Repetto- tiene una superficie de 2900 metros cuadrados y cuenta con tres salas: María Guerrero, con capacidad para 860 espectador­es entre la platea principal, palcos y balcones; la Orestes Caviglia, que permite recibir a 150 personas, y la Luisa Vehil, que no cuenta con escenario ni plateas y se utiliza para puestas no convencion­ales u otras actividade­s. También cuenta con una torre anexa construida luego del incendio de 1961 y que se inauguró en 1968.

La restauraci­ón implica recuperar los muros, las piezas de madera, las de hierro, los pisos, la iluminació­n y hasta el sistema de desagüe pluvial.

 ?? EMILIANA MIGUELEZ ?? Segunda piel. Los andamios ya son parte del paisaje en la vereda del Teatro y se aprovechan para anunciar las obras que se están dando..
EMILIANA MIGUELEZ Segunda piel. Los andamios ya son parte del paisaje en la vereda del Teatro y se aprovechan para anunciar las obras que se están dando..
 ?? EMILIANA MIGUELEZ ?? Belleza. Detrás de los andamios persiste el viejo edificio.
EMILIANA MIGUELEZ Belleza. Detrás de los andamios persiste el viejo edificio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina