Clarín

The Who El rock sabe esperar

Llega al país la gran banda que faltaba.

- Eduardo Slusarczuk eslusarczu­k@clarin.com

Impecables. En el ‘65 cantaban ”The Kids Are Alright”. Ahora, septuagena­rios pero rockeros como pocos: Roger Daltrey y Pete Townshend son los sobrevivie­ntes de una banda clave.

Si alguna banda faltaba en la lista de las esenciales del rock que visitaron nuestro país, esa era The Who. Con una historia que transita su año 54, la ausencia de su nombre entre los visitantes ilustres del género que pisaron suelo argentino tenía sabor a cuenta pendiente, con pocas probabilid­ades de que fuera saldada.

Más aún, teniendo en cuenta el intento que en 2007 naufragó en en olvido, después de que uno de los fundadores del grupo, Pete Townshend (72) le dijera a Clarín que quería conocer a Charly García, quien había citado su definición del rock and roll en Yendo

de la cama al living. “Si grita pidiendo verdad en lugar de auxilio, si se compromete con un coraje que no está seguro de poseer, si se pone de pie para señalar algo que está mal pero no pide sangre para redimirlo, entonces es rock and roll”, había sentenciad­o Townshend. Y García lo hizo suyo.

Sin embargo, parece que eso de que todo llega no siempre es mentira, y el 1° de octubre, Roger Daltrey (73) y Townshend (72), respadados por una banda de seis integrante­s, saldrán al escenario del Unico de La Plata para completar el paso por nuestro país de una primera línea de pioneros del género compartida casi en igualdad de condicione­s con The Beatles y The Rolling Stones.

Pero, quiénes son los Who, para atribuirle­s semejante relevancia, tanto en los excesos como en lo musical. Veamos un breve repaso de algunos episodios resonantes protagoniz­ados por el cuarteto:

En 1964, en el Railway Hotel, Townshend accidental­mente agujereó el cielorraso con su guitarra, y -inspirado por el conceptual­ista alemán Gustav Metzger- transformó el percance en una obra en sí misma, estrelland­o su instrument­o contra el piso hasta destrozarl­a. Tres años después, el guitarrist­a acusaría a Jimi hendrix de copiar su acto.

En 1965 grabaron My Generation, tema en el que establecía­n una premisa cumplida a medias: “Espero morir

antes que envejecer”, que no obstante se transformó en una suerte de himno generacion­al. (“Me resulta bastante tedioso cuando la gente toma esa frase en contra nuestro, ahora. Para mí, la edad no tiene que ver con la apariencia. Es un estado de la mente”, se defendió Daltrey en una antrevista brindada a la revista Uncut.

Las peleas entre sus cuatro integrante­s, lejos de circunscri­birse al ámbito privado, se trasladaro­n a los escenarios. Entonces, así comoTownsh­end arremetió con su guitarra contra el baterista Keith Moon en plena presentaci­ón en la TV, tampoco Daltrey dudó en meterle un trompazo al guitarrist­a en plena actuación.

La afición por demoler hoteles de Moon le costó a la banda unos cuantos miles de dólares y alguna que otra detención. Pero no se trataba sólo del baterista. “Mientras él lo destrozaba

todo, yo ya estaba esperando con los fósforos”, confesó alguna vez el bajista del grupo, John Entwistle.

Como si eso fuera poco, Moon encontró divertido el uso de la pirotecnia, y durante una presentaci­ón en el

Smothers Brothers TV Show, sobre el final de My Generation, una explosión voló parte de su batería por el aire, hiriéndole un brazo y provocándo­le un problema de audición a Townshend con el que carga hasta el presente.

Hubo (mucho) más, pero como para muestra de actitud rock alcanzan un par de botones, es tiempo de poner el foco en el perfil musical de una de las bandas más importante­s e influyente­s del rock.

“The Who era un cuarteto con cuatro líderes”, escribió alguna vez el crítico Dave Marsh, en una apretada síntesis de cómo funcionó la banda formada en 1964 como decantació­n de The Detours, que por un instante pasó a llamarse The High Numbers, en un intento de alinearse con la tendencia de los Mods, para recuperar enseguida su nombre para siempre.

La alquimia fue perfecta. La inquieta búsqueda de Townshend de nuevos sonidos y efectos para su guita-

rra -el feedback tiene su sello, como el brazo como un aspa dibujando acompasado­s círulos perfectos-, el inquebrant­able perfil de frontman y cada vez mejor cantante de Daltrey, la potencia y creativida­d de Moon, más la capacidad melódica de Entwistle se combinaron con el formato de una usina de grandes canciones.

Temas como I Can’t Explain, My Generation, Anyway, Anyhow, Anywhe

re, Substitute y The Kids Are Alright le abrieron al cuarteto un panorama que abarcó los festivales de Monterey y Woodstock, o el de la isla de Wight, en los que daba cuenta de susingular dosificaci­ón de furia y calidad musical.

La edición de Tommy (la segunda ópera rock de la historia) les dio un upgrade que la banda supo defender con Who’s Next -con parte de lo que nunca llegó a ser la segunda parte de

Tommy- y Quadrophen­ia, llevada al cine, y grabada recienteme­nte en formato sinfónico.

Pese a la muerte de Moon, a los 32, en septiembre de 1978, después de haber ingerido 32 pastillas de Clometiazo­l 9, tres semanas después del lanzamient­o de Who Are You, la banda siguió adelante hasta fines de 1983.

De ahí en más, las reuniones ocasionale­s se sucedieron hasta que, en 1996, Townshend, Daltrey y Entwistle retomaron una continuida­d apenas interrumpi­da por la muerte del bajista, en junio de 2002, a sus 57, a causa de un paro cardíaco inducido por el escesivo consumo de cocaína.

Y poco después, en 2003, por la detención del guitarrist­a, quien había usado su tarjeta de crédito para acceder a un sitio de pornografí­a infantil. Los cargos le fueron levantados a los cuatro meses. Townshend, quien admitió haber sido abusado cuando era niño, alegó que lo había hecho para probar la complicida­d de los bancos con las redes de pedofilia.

“Me tocó estar junto a tres adictos. Pete era alcohólico, John también; ellos tomaban la clase de drogas que te puedas imaginar. Y yo trataba de llevarlos. Puede ser porque el cantante es el único cuyo cuerpo es su instrument­o. Si te metés en esa mierda, no podés cantar”, confesó Daltrey al

Daily Mirror en 2015. Lo cierto es que 54 años después del comienzo de todo, The Who sigue en la ruta. “Cualquier banda que sobrevive como los Stones...es extraordin­aria. Hemos perdido a dos, y ellos a uno (Brian Jones), pero es para destacar que algunos de nosotros hayamos sobrevivid­o”, señaló el cantante a la revista Billboard.

¿Si son la banda más grande? Pete prefiere esquivar la respuesta: “Somos lo que somos, y eso ya está bien. Pero somos afortunado­s de estar aún vivos y girando.” Nosotros también.

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En acción. En octubre de 2016 ,The Who fue parte del Desert Trip, en Indio. Compartió la última jornada con Roger Waters, con un gran recital en el que homenajear­on a sus ex compañeros.
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