Tener estas piezas es delito sólo si otro se siente ofendido
Qué dice la ley. Es en el ámbito privado. Si se exhiben, se lo puede denunciar.
En caso de que la jueza Sandra Arroyo Salgado lo considere, y ese es el punto sobre el que insistirá la DAIA, Carlos Olivares puede ser imputado por violar la ley antidiscrimintaria, que es la 23.592 y fue sancionada en 1988. Según describe el fiscal de la Ciudad Gustavo Galante, “hay tres presupuestos que prevé la ley para determinar si se trata o no de un ilícito: incitar al odio racial o religioso, realizar propaganda discriminatoria o basada en teorías vinculadas a la superioridad racial, o formar parte de una organización que tiene como finalidad la discriminación religiosa, racial, étnica o por orientación sexual”.
Consultado por casos como el del anticuario Carlos Olivares, cuyos objetos con simbología nazi fueron allanados de su vivienda privada y no de sus locales comerciales, el fiscal, que es a la vez Secretario General de Acceso a la Justicia de la Ciudad, explicó: “En la generalidad de la ley, en principio no es delito si la persona no utiliza los objetos públicamente para difundir ideas, en este caso nacionalsocialistas. Si esos objetos están reservados al ámbito de la intimidad, en principio el Estado no podría entrometerse”.
Pero enseguida empiezan las aclaraciones: “Si alguien que fue a la casa se siente damnificado, puede considerarse que se violó la ley antidiscriminatoria”.
Ante la pregunta de qué ocurre
si una persona, por ejemplo, lee “Mi lucha”, el libro programático de Adolf Hitler, en una plaza, Galante respondió: “En la medida en que alguien pueda sentirse damnificado, también puede considerarse que se violó la ley 23.592, pero siempre se evalúa el dolo y la intención de la perso
na, así como siempre hay que ver si ese material se usa, tanto en un ámbito público o privado, para hacer propaganda, o si esa persona forma parte de una organización que discrimina”.
En casos como, por ejemplo, circular con un auto que tenga una calcomanía con una cruz esvástica en su parabrisas, o caminar por la vereda con una remera con ese mismo símbolo nazi “no haría falta que se haga una denuncia, sino que puede actuar la Policía o un fiscal de oficio”, describió el letrado.
“Siempre hay que investigar la intención de quien comete el hecho, y siempre puede haber quien se sienta damnificado, incluso adentro de una casa”, explicó.
Para que la ley antidiscriminatoria entre en funcionamiento, da lo mismo si se trata de una pieza original o una réplica: “Es igual ya que el elemento determinante es que alguien se haya sentido afectado”. Además de la ley, en la Ciudad un artículo del Código Contravencional prevé de dos a diez días de actividades comunitarias o una multa de entre 400 y 2.000 pesos para quien haya cometido un acto que el código considere discriminatorio.