Estudiantes se puso firme después de la tormenta Le ganó con autoridad a Godoy Cruz en Mendoza y quedó cuarto en la tabla, cerca de la Libertadores.
La tormenta pasó para Estudiantes. Porque después de la traumática eliminación de la Copa Argentina y la inaudita crisis que se desató en la parte albirroja de La Plata, todo parece volver a la calma. Lo demostró anoche en Mendoza con una victoria fundamental para volver a ingresar a los puestos de clasificación a la Copa Libertadores, apoyado en los referentes de siempre.
Todo se simplifica para cualquier equipo si al minuto ya consigue una ventaja. Eso le sucedió a Estudiantes, que golpeó muy temprano con un golazo de cabeza de Facundo Sánchez y después le hizo la vida imposible a Godoy Cruz. Le entregó la pelota y lo dejó jugar libremente pero sólo hasta la mitad de la cancha. Recién ahí comenzaba la presión colectiva y en bloque, encabezada por el Chapu Braña, y no le dejó espacios al rival. El plan de Benítez fue cubrir las bandas con dos laterales por sector. Aguirregaray-Sánchez y Diarte-Dubarbier. Así, sin muchas intenciones ofensi- vas, Estudiantes no sufrió para mantener su ventaja.
La lectura de lo que pedía el partido fue perfecta. Porque en la segunda etapa aprovechó la desesperación de Godoy Cruz, que sólo tuvo una chance clara con un cabezazo de Facundo Silva que rebotó en el travesaño. Luego se adelantó de a poco en el campo y creció la figura de Dubarbier, que marcó el segundo y definitivo.
Con un equipo mendocino del Federal B (Pacífico) empezó el desequibrio que se llevó puesto a un entrenador. Pocos días después, ante otro conjunto cuyano, Estudiantes demostró que los daños no fueron terminales y sigue en carrera.