Cierre de listas: Cristina y Massa tratan de sumar a aliados de Randazzo
Se definió ayer en una reunión en Olivos. La acompañarán un hombre de Carrió, “Toty” Flores, y el ex ministro Montenegro. Gladys González irá junto a Esteban Bullrich como senadora.
La ex presidenta se preparaba para anunciar su candidatura a senadora. Y se reunió con Randazzo para explorar una lista de unidad. También se vio
con el ex canciller Taiana, quien podría liderar la lista de diputados. Massa esperaba una definición para confirmar que la enfrentará.
“Ahí viene el helicóptero”, dijo uno de los funcionarios que transitaba la residencia de Olivos poco antes de las 14. No era el helicóptero sino el Presidente el que estaba de regreso. Venía de Villa Soldati, donde había ido a supervisar las obras que se realizan con vistas a los Juegos Olímpicos de la Juventud. Faltaba su aprobación para cerrar los principales lugares en las listas en la decisiva provincia de Buenos Aires. Para otra fuerza política puede parecer extraño, no para Cambiemos: la discusión de la mesa chica sobre los nombres se había realizado sin Mauricio Macri. Le contaban, cada tato, por teléfono.
Cuando al fin se sentó en la mesa, María Eugenia Vidal y Marcos Peña le propusieron llevar a Gladys González como compañera de Esteban Bullrich -que había sido designado el jueves- en la nómina de senadores y a Graciela Ocaña como primera diputada, seguida por Héctor “Toty” Flores y Guillermo Montenegro. Dio el sí sin gestos de euforia y retomó su agenda.
“No sé por cuánto, pero no tengo ninguna duda de que vamos a ganar”, dijo, por la tarde, en una charla distendida en Olivos. En esa misma conversación contó que será el jefe de Gabinete el que decidirá si los ministros candidatos, como Bullrich, tienen que presentar la renuncia en julio, antes de las PASO, o en setiembre, el mes previo a las generales. Vidal es tan optimista como Macri, pero le pide cautela a sus funcionarios y encargados de la campaña: “Para ganar hay que trabajar”, suele decir.
La irrupción de Ocaña como primera candidata causó sorpresa incluso en algunos círculos macristas porque lleva menos de dos meses en Cambiemos, donde llegó de la mano de Horacio Rodríguez Larreta. “Queríamos que encabezara una mujer y nos pareció que era la ideal”, decían ayer en Casa Rosada, donde habían seguido minuto a minuto las negociaciones que se mantenían en Olivos después del mediodía. Allí estaban, además de Vidal y Peña, el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, el vicejefe porteño, Diego Santilli (fue en lugar de Larreta, que estaba en Villa Soldati con Macri) y el secretario general de la presidencia, Fernando de Andreis.
En esa cumbre final, que había arrancado el día anterior en la Rosada, se analizaron distintos escenario y fueron completando la grilla de a poco. Hubo algunos contratiempos: Facundo Manes obligó a replantear la nómina de Diputados cuando Vi-
dal contó que había rechazado ir segundo, como adelantó ayer a la mañana clarin.com. La gobernadora quería que fuera el uno de la lista, pero no le dieron el gusto o aceptó la sugerencia de Jaime Durán Barba -que no estuvo en la reunión- de impulsar a una mujer.
Pero no solo existió ese no: también Ocaña se negó a ir como segunda candidata a senadora de Bullrich. Se plantó muy firme el jueves casi a la medianoche cuando se lo propusieron. La idea era que Gladys Gon
zález fuera como diputada. La negativa de Ocaña invirtió los casilleros.
Así como la incorporación de Montenegro -que dejará su cargo en la embajada de Uruguay- fue pensada para instalar el discurso de la inseguridad y “la lucha contra las mafias” -como sostiene en privado Vidal-, la presencia de la ex ministra de Salud de Cristina busca enviar señales de que “combatiremos la corrupción”. El rol mediático de Ocaña apuntará a confrontar con el cristinismo y a tratar de opacar a otra candidata opositora con un perfil parecido: Margarita Stolbizer, socia de Sergio Massa.
En el ala más política del Gobierno, que había apuntalado la postulación de Bullrich -y que esta vez ganó la pulseada interna- asumen que Ocaña también podría representar un riesgo para las siempre planificadas y puntillosas campañas macristas. “Su
mamos otra Carrió”, dijo uno de los dirigentes históricos del espacios. Lo dijo un poco en broma. También un poco en serio.