Comenzó el veto migratorio en EE.UU., pero ya hay demandas en la Justicia para detenerlo
Afecta a seis países de mayoría musulmana señalados por Trump. La medida tiene respaldo parcial de la Corte. Pero se afirma que está siendo aplicada “con exceso”.
El gobierno de Donald Trump logró imponer finalmente las restricciones migratorias para ciudadanos de seis países mayoritariamente islámicos, una iniciativa que había despertado protestas y caos en aeropuertos de todo Estados Unidos. La medida entró en vigencia ayer, y ya se prevé una ola de disputas legales.
La nueva norma, producto de meses de peleas en distintas cortes judiciales, es una versión reducida del original. Si bien no consiste en una prohibición directa, implica un endurecimiento de las procedimientos para el otorgamiento de visas a ciu-
dadanos de Irán, Siria, Sudán, Somalia, Libia y Yemen.
El veto también afecta a las solicitudes de asilo de refugiados de todo el mundo que quedarán paralizadas durante 120 días. Sin embargo, según el Departamento de Estado, todos los refugiados que tenían previsto llegar hasta el 6 de julio podrán entrar en el país.
Varios tribunales federales habían paralizado los dos decretos migratorios en los últimos meses, y los tribunales de apelación confirmaron las decisiones. Por esta razón, el gobierno acudió a la Corte Suprema, que esta semana acordó por unanimidad levantar parcialmente los bloqueos a la iniciativa.
Sin embargo, el Alto Tribunal aclaró que las personas procedentes de los estados de mayoría musulmanas afectados podrían entrar en Estados Unidos si demostraban tener algún vínculo o relación con el país.
El gobierno indicó que estos ciudadanos podrán viajar si, por ejemplo, estudian o trabajan en Estados Unidos. También se hará una excepción con quien tenga familiares directos establecidos en Norteamérica, es decir parejas, padres, hijos o hermanos. Sin embargo, los abuelos, los tíos o los sobrinos no contarán como prueba de una relación de “buena fé” con Estados Unidos, de acuerdo al fa- llo de la Corte.
Para permitir que ingresen al país los solicitantes nuevos deberán demostrar fehacientemente el parentesco o una relación existente con un negocio o una institución educativa en el país.
Los decretos aprobados por la Corte Suprema contemplan algunos cambios con respecto al primero presentado por la administración Trump a principios de este año, y que provocó protestas a nivel nacional e internacional y quedo trabado en los tribunales.
Ahora, por ejemplo, los ciudadanos de los seis países afectados que tengan doble nacionalidad o que ya cuenten con el visado o el permiso de estancia permanente (Green Card), podrán ingresar sin problemas. En el anterior no se respetaba esta posibilidad, lo que provocó un caos en los aeropuertos .
Trump defiende su iniciativa como una medida de seguridad nacional. En estos tres meses que estará en vigor el veto migratorio, sostiene, se intensificarán las comprobaciones de seguridad para los solicitantes de un visado y para los refugiados. Aunque de hecho, estas ya son muy es-
La Unión Americana de Libertades Civiles dijo que busca “denigrar a los musulmanes”.
trictas.
Funcionarios del gobierno de Trump prometieron que la aplicación de la norma se realizaría en orden. El vocero del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés), Dan Hetlage, dijo que se preveía “normalidad en nuestros puertos de entrada” y que los poseedores de visas válidas podrían viajar sin problemas.
Pese a ello, los abogados defensores de los inmigrantes y refugiados prometen impugnar los nuevos re
quisitos y planean dirigirse a los principales aeropuertos del país para asegurarse de que los extranjeros que
cumplan los requisitos puedan ingresar a Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Nacional no ha ofrecido ningún lineamiento sobre cómo será interpretada la determinación de la Corte Suprema, así que los abogados se están preparando para cualquier inconveniente y monitorearán aeropuertos
de Los Ángeles a Nueva York para asistir, en caso de ser necesario, a extranjeros a los que se les niegue el ingreso o se los quiera interrogar.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dijo que los nuevos criterios son “sumamente restrictivos”, “arbitrarios” y diseñados para “denigrar y condenar a los musulmanes”.
Algunos gobiernos estatales en EE.UU. ratificaron su oposición a la medida. Uno de ellos es Hawai, que encabezó la lucha judicial contra la norma. El fiscal general de ese estado, Douglas Chin, presentó un recurso de emergencia afirmando que las restricciones son excesivas. El fiscal hawaiano argumentó que el gobierno excluye con su estrecha definición de familia a demasiadas personas, y le pidió al tribunal que aclare si esto es compatible con la decisión de la Corte Suprema.
Los países árabes afectados también se quejaron y criticaron la actitud de la administración Trump. “Prohibir a las abuelas ver a sus nietos es realmente una manifestación vergonzosa de hostilidad ciega contra los iraníes”, afirmó el Canciller de Irán, Mohammad Javad Zarif.