EE.UU. vende armas a Taiwán por US$ 1.400 millones y enfurece a China
Las relaciones entre China y Estados Unidos se tensaron ayer por la venta de armas de Washington a Taiwán por 1400 millones de dólares, a la que Beijing se opone “firmemente”, y las sanciones estadounidenses contra un banco chino acusado de tener relaciones con Corea del Norte.
“Nos oponemos firmemente a la venta de armas a Taiwán, que viola y daña de forma severa la soberanía china”, dijo el portavoz del Ministe- rio de Exteriores chino Lu Kang, al anunciar la protesta formal de Beijing ante Washington.
En una rueda de prensa, Lu calificó a Taiwán como un territorio “indispensable” para su país y subrayó que China está en contra de cualquier “interferencia externa” en sus asuntos internos. La venta de armas a Taiwán dañaría gravemente la soberanía y los intereses de seguridad de China y va en contra del compromiso de Estados Unidos con la política de “una sola China”, agregó.
“Subrayamos que nadie puede cambiar nuestra determinación de defender nuestra integridad territorial y nuestra soberanía”, dijo. Al mimo tiempo, el portavoz gubernamental urgió a Washington a “corregir su mala conducta” y evitar un “daño mayor” en sus relaciones, a una semana de que los presidentes de ambos países coincidan en la cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania.
Aún se desconoce si Xi Jinping y Donald Trump, se reunirán a puerta cerrada durante la cumbre, los próxi- mos días 7 y 8 de julio.
El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó la venta de las armas el jueves, el primer acuerdo de este tipo con Taiwán desde la llegada de Trump a la Casa Blanca. Taiwán celebró la operación, que se espera que refuerce la capacidad de autodefensa de la isla. “Incluso en tiempos de paz no debemos nunca olvidar que Taiwán sigue siendo objeto de una enorme amenaza. La paz no debe nunca ser considerada como un derecho adquirido”, declaró la presidenta Tsai Ing-wen.
China considera que la isla autónoma forma parte de su territorio, y se opone desde hace años a la venta de armas de entidades extranjeras a Taiwán. La aprobación de la venta por el Departamento de Estado -la primera desde diciembre de 2015- llega en un año tenso entre China y Taiwán.
Beijing cortó los lazos con Taiwán tras la asunción en mayo de 2016 en ese país de la presidenta Tsai Ing-wen y ha estado aumentando sus presiones. El partido de gobierno en Taiwán, el Democrático Progresista, dice que quiere relaciones estables con Beijing, pero no ha seguido a su predecesor, Ma Ying-jeou, en el respaldo al principio de “una sola China”.
Beijing subrayó además su “firme oposición” a las sanciones del departamento del Tesoro de EE.UU. contra el banco chino Dandong, al que Washington acusa de lavado de dinero norcoreano y que no podrá acceder al sistema financiero estadounidense. Este nuevo roce contrasta con la atmósfera relativamente cordial que prevalecía desde el encuentro en abril entre Xi Jinping y Trump en la residencia del mandatario estadounidense en Florida.