Definición polémica
Asegura que es una tendencia mundial. Y que la mayor creación de trabajo viene por el sector servicios.
En un trabajo académico asegura que el empleo industrial podría seguir cayendo. Y que es una tendencia mundial. Una afirmación delicada en un momento de preocupación por el alto desempleo.
Muchas de las críticas contra la situación económica actual apuntan a la falta de creación de empleo en general y a las dificultades para crear empleo de calidad, en particular. Y más específicamente, a lo aún más difícil que es crear empleo industrial. De hecho, desde la industria se quejan de que la apertura de la economía es una amenaza contra el empleo industrial. Acto seguido, se pide más pro- tección para la industria nacional.
Vale la pena entonces saber qué espera el Gobierno del empleo industrial. La respuesta es ambigua: hay optimismo si se mira a los sectores de la industria que logren insertarse en el mundo produciendo “bienes diferenciados y de calidad”. Pero son más cautos con “los sectores intensivos en trabajo no calificado”. En contraposición, afirman que el dinamismo en la creación de empleo se verá, sobre todo, en el sector servicios. Acá y en el mundo, “es la principal fuente de empleo”, afirman. Los conceptos están volcados en un un breve documento - “Empleo industrial: Su tendencia de largo plazo”- que publicó la semana pasada en el blog Foco Económico el actual secretario de Política Económica, Sebastián Galiani, en colaboración con Martín Caruso, de la Universidad Na- cional de la Plata. No es un documen
to oficial del ministerio de Hacienda, sino un texto que publicó Galiani en su rol de académico. Los autores señalan que hay un debate en la Argentina “donde se suele afirmar que, si no crece el empleo manufacturero, esto es, el empleo industrial, no habrá empleo para todos los trabajadores. Incluso a veces se afirma que la industria debería ser la fuente primaria de empleo para amplios sectores de la población. ¿Es cierto? ¿Qué dicen los datos? La respuesta es que el empleo industrial (como proporción del total de puestos de trabajo) tuvo su pico en la década de los años 60, y desde entonces cae sin interrupción hasta hoy. El empleo manufacturero alcanzo un pico de 27% del empleo total en la década del ‘60”, señalan. Además, Galiani y Caruso afirman que lo de la Argentina no es una rareza. La tendencia es similar -y con porcentajes similares- en varios países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia y Reino Unido.
“Esta discusión nos alerta del peligro de intentar ir en contra de esta marcada tendencia de largo plazo en Argentina. Si bien la competencia internacional de nuestro sector manufacturo es factible en muchos secto- res si estos logran producir bienes diferenciados y de calidad, ello no es el caso en los sectores intensivos en trabajo no calificado. Por otro lado, la subvención de estas actividades con el único fin de mantener el empleo genera grandes distorsiones que redundan en una asignación sub-óptima de trabajadores, reducen la riqueza agregada e induce esfuerzos innecesarios en la búsqueda de rentas. Mirando hacia adelante, una mejora sustancial en nuestro capital humano, y una integración estratégica al mundo, son una mejor receta que un sistema de protección industrial ar
tificial, en pos de lograr una mayor calidad de vida de los trabajadores. Para maximizar el empleo en el sector servicios, se necesita aumentar la riqueza y que esta se encuentre mejor distribuida de forma sostenible.” - Según su trabajo, ¿no habría que esperar mucho del empleo industrial y sí de los sectores que puedan ser competitivos?, preguntó Clarín a Galiani. - Nosotros describimos una tendencia mundial robusta. Vemos que vienen reduciendo la proporción de la fuerza laboral que trabaja fuera de los servicios, esto es, tanto en el sector manufacturero como primario. Ello no implica, sin embargo, que el nivel de empleo manufacturero tiene que caer: lo que cae es su proporción en el total, pero como también aumenta la población, incluso puede crecer en valor absoluto. Es el peso en el empleo total el que ha venido disminuyendo en el tiempo. De hecho, el gobierno del Presidente Macri busca estimular el nivel de empleo en todos los sectores de la economía. - ¿Qué sectores creen que podrían alcanzar una producción de bienes diferenciados y de calidad? - Probablemente en todos los sectores habrá firmas que puedan desarrollar productos competitivos. En una economía estable, con un horizonte de planeamiento largo, integrada al mundo, donde se mejora el capital humano de los trabajadores, se provee una buena infraestructura, y se mejora la eficiencia del sistema tributario, no hay sectores que no tengan oportunidades para encontrar algún nicho de mercado. Es muy importante, eso sí, lograr estabilidad en las reglas de juego. Los emprendedores argentinos deben internalizar la necesidad de ganar mercados internacionales.
El crecimiento del salario real depende del crecimiento de la productividad del trabajo”. Sebastián Galiani