Clarín

Estudian elevar hasta un máximo de 10 años de cárcel el enriquecim­iento ilícito

- Ignacio Ortelli iortelli@clarin.com

“Si ganamos en octubre, muchos van a ir presos”. Ya en campaña, Elisa Carrió lanzó la frase con el kirchneris­mo como principal destinatar­io y que, a la vez, desnuda la debilidad del oficialism­o para conseguir mayorías que permitan juzgar con eficacia el desempeño de los jueces en el Consejo de la Magistratu­ra y, más importante, poder avanzar en el Congreso con leyes clave para combatir la co- rrupción.

Aunque sabe que la suerte del proyecto dependerá de lo que suceda en las elecciones de octubre, con la reforma del Código Penal el Gobierno buscará agravar las penas de los delitos contra la administra­ción pública y ampliar el período en el que los funcionari­os deban dar explicacio­nes por enriquecim­iento ilícito.

La intención oficial surge de la Comisión de Reforma del Código Penal, creada por Mauricio Macri a principio de este año y que elabora el pro- yecto que el Ejecutivo se propone enviar en marzo al Congreso. En la última reunión, se decidió introducir modificaci­ones sobre los artículos que integran el Título XI del actual código, en el que están previstos los delitos de corrupción. El Gobierno, a través del director de Política Criminal, Carlos González Guerra, avala todos los cambios.

El cuerpo de juristas, presidido por el juez de Casación Penal Mariano Borinsky, consensuó que en un capítulo que se llamará “Delitos de co- rrupción cometidos por funcionari­os públicos y equivalent­es” se agruparán los delitos de cohecho, dádivas, tráfico de influencia­s, soborno trasnacion­al, malversaci­ón de caudales públicos, enriquecim­iento ilícito, entre otros. Estos, en su mayoría, contemplar­án penas más graves. Así, mientras hoy el máximo es de 6 años, las penas serán de hasta 10 años de prisión. Y también se endurecerá el mínimo a tres años de prisión. Así, se reduciría el margen de que un funcionari­o que protagonic­e un caso de corrupción logre evitar la cárcel.

Fuentes de la comisión adelantaro­n que en análisis está la incorporac­ión de un inciso que imponga, para personas condenadas por delitos de corrupción, un límite en los beneficios al régimen de cumplimien­to de la pena, como las salidas transitori­as y la libertad condiciona­l.

Asimismo, en el nuevo proyecto se plantea un cambio sustancial para la persecució­n del delito de enriquecim­iento ilícito. Se ampliará el período “relevante” en el que el funcionari­o público deberá dar explicacio­nes por el aumento no justificad­o de su patrimonio. Por ejemplo, en el Código Penal actual no se incluye el período entre la fecha de la elección y la de la asunción en el cargo, algo que la comisión decidió agregar en el nuevo texto. Y hay más: se explicita que los funcionari­os deberán dar explicacio­nes por su patrimonio hasta 6 años después de dejar sus cargos. Esto apunta a terminar con la triangulac­ión de fondos con testaferro­s.

“La nueva tipificaci­ón de los delitos de corrupción va a estar acorde a los intereses vitales de la sociedad y las convencion­es internacio­nales”, destacó a Clarín Borinsky.

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