Habrá que esperar el segundo semestre...
Si las cifras de espectadores no son lo magníficas que muchos auguraban a comienzos de año es algo que tiene una correspondencia directa con lo que se está estrenando.
La merma de espectadores no pasaría tanto por un cambio de hábito, o una cuestión económica –aunque todo suma, y en este, caso, resta-, ya que no hay espectáculo más barato que el cine, más con la implementación del 2 x 1 a partir de tarjetas de crédito, de fidelidad, de boletas de gas o lo que fuera.
La razón primordial porque va menos gente a las salas, sobre todo en los dos últimos meses, es porque las películas no generan interés. ¿Son buenas? Algunas, sí. Pero a la terrible falta de cine arte, de filmes para un público adulto
que no quiera simplemente ir y pasar o perder el tiempo, se agrega que los tanques de Hollywood que ¿deberían? tener una respuesta más masiva que la que tienen, no atraen.
Repasemos.
Guardianes de la galaxia Vol. 2, El rey Arturo: La leyenda de la espada, Alien: Covenant, Mujer Maravilla, La Momia y Baywatch no llevan hordas a las salas. Tal vez, ninguna de las seis que acompañan en el pelotón a Piratas del Caribe: La venganza de
Salazar sí llegue como la de Johnny Depp al millón de espectadores, marca que –hasta hace un año, nomás- señalaba un mojón en la carrera económica de una película.
¿Que qué pasó? Salvo honrosa excepción, no estuvieron a la altura de lo que se esperaba de ellas, decepcionaron a los primeros espectadores que corrieron a verlas, y el boca a boca, sumado a la crítica, alejó al público. Así de simple.
El primer semestre suele apoyarse, si hablamos de público y no de calidad artística, en fechas como Semana Santa y los feriados pegados al 25 de mayo. Este año el Oscar está comprobado que no movió el amperímetro: exceptuando La La Land, con sus 423.922 espectadores que la colocaron 15°, las otras nominadas están muy por abajo ( Hasta el últi
mo hombre, la de Mel Gibson, está 33°, con 146.800 entradas. Y la ganadora del Oscar, Luz de luna, 39°, con 94.259…).
Habrá que esperar, como se decía hace un año, por el segundo semestre. Las vacaciones de invierno (y el medio aguinaldo) suelen hacer milagros y maravillas.