Secuestran durante media hora a un gendarme en la villa 1-11-14 y le roban el arma
Unas diez personas lo sorprendieron cuando caminaba con un compañero. Investigan “un pase de facturas”.
Tres días después del megaoperativo realizado en la villa 1-11-14 para detener a parte de la banda manejada por el capo narco peruano Marco Estrada Gonzáles, alias “Marcos”, dos gendarmes sufrieron un violento ataque. Uno de los agentes fue secuestrado y liberado media hora después. Lo encontraron golpeado y sin su arma.
Los agentes fueron sorprendidos el domingo a la noche por unas diez personas mientras caminaban por pasaje San Juan, a la altura del cruce con la avenida Varela, en el Bajo Flores. Aunque trascendió que se encontraban realizando tareas de inteligencia, fuentes del caso aseguraron a Cla
rín que estaban vestidos de civil porque iban rumbo al puesto de Gendarmería en el que prestan servicio.
Agentes de la Unidad de Prevención Barrial, alertados por frecuencia interna, se desplazaron hasta el sector denominado de “los peruanos” del asentamiento. Allí encontraron a un cabo de 29 años, quien relató que minutos antes él y su compañero habían sido amenazados por varios hombres armados.
El gendarme destacó que los atacantes se habían llevado cautivo hacia el interior de la villa a su compañero, de 27 años, con quien realizaba tareas de vigilancia afectadas al Operativo Cinturón Sur.
Media después, el gendarme secuestrado fue encontrado por una de las patrullas en la avenida Varela y Castañares, a dos cuadras de donde había sido capturado. El agente relató que durante el tiempo que estuvo cautivo lo golpearon en la cara y le robaron el arma reglamentaria, una pistola Pietro Beretta con un cargador con 15 balas.
Los dos gendarmes fueron asistidos por personal médico de una ambulancia, que luego trasladó a unos de los suboficiales al Hospital Aeronáutico Central, para una mejor atención de las heridas sufridas.
Los investigadores analizan si el violento episodio tuvo relación con el operativo realizado el viernes, del que participaron unos 2.000 gendarmes. Durante los allanamientos se secuestraron 500 kilos de marihuana, 45 de cocaína y miles de dosis de paco. Además, fueron detenidos 15 sospechosos, entre ellos la suegra de
“Marcos”, quien según los investigadores sigue manejando la venta de droga desde la cárcel de Ezeiza.
La idea de una “venganza” fue alimentada por el relato del gendarme secuestrado, quien aseguró que el grupo que lo atacó sabía que era un agente de la Fuerza. “Es una zona hostil, en especial después de un operativo como el del viernes. La simple caída de un transa pone el clima más tenso. Por eso no se descarta que se trata de un pase de facturas”, explicaron a Clarín fuentes que conocen el movimiento de la villa 1-11-14.