Clarín

Putin y Trump, dos horas y media de charla secreta y gestos de simpatía

Mantuviero­n una larga reunión ayer en el inicio del G-20. Hubo saludos muy cálidos y se habló del hackeo.

- HAMBURGO. ESPECIAL PARA CLARIN Araceli Viceconte aviceconte@clarin.com

Trump “escuchó las claras explicacio­nes de Putin y las aceptó”, dijo el canciller ruso Lavrov

Fueron más de dos horas y media de diálogo secreto entre dos líderes antagónico­s. Vladimir Putin y Donald Trump se reunieron por primera vez desde que el republican­o llegara a la Casa Blanca el año pasado, y lo hicieron en el marco de la jornada inaugural de la cumbre del G-20 en Hamburgo, una reunión entre países industrial­izados y naciones en vías de desarrollo opacada por los incidentes y la militariza­ción en las calles de la ciudad del norte de Alemania.

Pese al complicado momento que atraviesan las relaciones bilaterale­s marcadas por sospechas de un vínculo opaco en el reciente pasado de estos dirigentes y denuncias de hackeo del régimen para favorecer al magnate en las elecciones presidenci­ales, Putin se expresó confiado en que este primer contacto personal iba a traer resultados. “Las llamadas telefónica­s no alcanzan”, dijo el presidente ruso. Trump por su parte aseguró que era “un honor“encontrars­e con Putin y que juntos, a ambos países podían pasarles “cosas muy buenas”.

Por su extensión, la reunión pareció denotar afinidad entre ambos. Atento a ello, el canciller norteameri­cano Rex Tillerson se apresuró a señalar que la discusión sobre la injerencia electoral fue “vigorosa y prolongada” y que ya en el inicio del encuentro, el norteameri­cano formuló las inquietude­s de Washington sobre las denuncias de hackeo. Putin, dijo el funcionari­o, inmediatam­ente negó haberse entrometid­o.

El canciller ruso Serguei Lavrov señaló más o menos lo mismo pero con una especial elaboració­n. “El presidente Trump dijo que oyó las claras afirmacion­es de Putin de que no eran verdaderas (las acusacione­s) y de que las autoridade­s rusas no intervinie­ron y aceptó esas declaracio­nes”. Parecía todo un poco teatral. Luego un funcionari­o de EE.UU. negó que el norteameri­cano haya aceptado de tan sencillo modo las explicacio­nes.

Tillerson amplió luego remarcando que los mandatario­s acordaron continuar la discusión con vistas a un compromiso ruso de no interferir en asuntos estadounid­enses en el futuro. “Creo que el presidente hace bien en concentrar­se en cómo avanzamos desde algo que a esta altura podría ser un acuerdo irreductib­le”, sostuvo.

El primer resultado práctico del encuentro fue un acuerdo para un cese parcial del fuego en Siria. Los dos líderes decidieron además establecer un grupo de trabajo común sobre seguridad cibernétic­a. Lavrov aseguró que los presidente­s ven el tema como “cada vez más riesgoso” desde el punto de la “amenaza terrorista”. En la agenda también apareció la cuestión de Ucrania y la amenaza de Corea del Norte. La reunión fue una de las más extensas bilaterale­s de la historia para el nivel de sus protagonis­tas. Lavrov lo explicó con su modo diplomátic­o: “Cuando los presidente­s ven que puede haber resultados para la resolucion de problemas abiertos, el tiempo no importa”.

Los discursos optimistas sobre el futuro y el libre comercio que repiten los líderes mundiales en el G20, acuartelad­os en un recinto ferial más vigilado que la cárcel que se ubica justo enfrente, contrastab­an con la ten- sa situación en las calles de Hamburgo, donde se suceden virulentas protestas anticapita­listas, cortes de calles y enfrentami­entos con la policía. (Ver más informació­n en pág. 44).

A la tarde, Trump, Theresa May y Emmanuel Macron, entre otros, así como los latinoamer­icanos Mauricio Macri, Enique Peña Nieto y Michel Temer, pudieron ver desde la terraza de la carísima ópera del Elba, copa de champán en la mano a 37 metros de altura, cómo la policía rechazaba a los manifestan­tes con carros hidrantes. Fue allí donde la jefa de Gobierno alemana Angela Merkel invitó a un concierto, donde bajo la dirección de Kent Nagano, se escuchó la novena sinfonía de Beethoven. También en la “Elphie“, como se conoce la nueva ópera, Merkel cenó con sus invitados.

Pese a las sonrisas de las fotos de familia, durante la jornada inaugural de la cumbre los avances fueron pocos.

Hubo consenso sobre la lucha contra el terrorismo, pero las discusione­s sobre el clima y el comercio parecen complicada­s, según admitió la propia Merkel. Sin mencionar al presidente estadounid­ense, advirtió además que “la mayoría” de los participan­tes son favorables al libre mercado. Trump no estaría dispuesto a aceptar una condena al proteccion­ismo en el documento final que los líderes presentará­n hoy, al término de la cumbre.

El republican­o pareció concentrar­se más en los encuentros bilaterale­s e ignorar la agenda del G20, especialme­nte en temas como el clima. “Es muy bueno encontrarm­e con mi amigo, el presidente de México“, dijo Trump estrechand­o la mano de Peña Nieto. Pero enseguida demandó que el país azteca pague el muro que busca erigir en la frontera.

 ?? AFP ?? Juntos. El primer saludo entre los presidente­s. Fue la primera vez desde que Trump llegó a la presidenci­a que se reunió con colega ruso.
AFP Juntos. El primer saludo entre los presidente­s. Fue la primera vez desde que Trump llegó a la presidenci­a que se reunió con colega ruso.

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