Clarín

Otra jornada de protestas violentas con decenas de heridos y detenidos

Grupos de militantes encapuchad­os se enfrentaro­n con la policía en batallas campales.

- HAMBURGO. DPA Y AFP

La promesa de los manifestan­tes anticapita­listas de convertir la ciudad de Hamburgo en un infierno se tornó realidad ayer, al comenzar la cumbre del G-20, integrada por los principale­s países industrial­izados y emergentes.

La ciudad del norte de Alemania se vio sacudida por los disturbios más violentos en muchos años, que finalizaro­n con decenas de heridos, en- tre ellos 11 de gravedad entre los manifestan­tes, además de 196 policías con heridas y casi 60 detencione­s.

Repitiendo escenas del jueves, los enfrentami­entos de ayer comenzaron temprano de la mano de un núcleo de militantes muy violentos. La protesta, bautizada “Bienvenido­s al infierno”, se prolongó lo largo del día mientras los líderes celebraban sus primeras sesiones en el recinto ferial, ubicado en pleno centro.

Centenares de activistas antisistem­a desafiaron la prohibició­n de manifestar­se sólo en un radio de 38 km del lugar del evento, y bloquearon calles y vías de trenes, lo que causó retrasos en el transporte público.

La víctima más prominente de los retrasos fue la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, que se quedó sin poder participar en el pa-

seo en barco previsto para los “consortes” de líderes del G-20, después de que manifestan­tes bloquearan su salida de la residencia oficial en Hamburgo, donde se alojaba.

El programa de acompañant­es tuvo que ser modificado por motivos

de seguridad. Las autoridade­s suspendier­on la visita programada al Centro Alemán de Investigac­ión Climática y llevaron a las primeras damas y esposos de mandataria­s al hotel Atlantic, donde escucharon una ponencia de expertos.

Mientras se desarrolla­ba ese encuentro, un grupo de manifestan­tes violentos prendió fuego a varios vehículos que se encontraba­n estacionad­os en diferentes zonas de la ciudad y atacaron una serie de comercios, así como una comisaría de Policía en el barrio de Altona. La Policía se vio desbordada por los distintos focos de protesta y, pese a contar con casi 20.000 efectivos, las autoridade­s tuvieron que pedir refuerzo de casi un millar de agentes a otros estados vecinos. La policía usó chorros de agua para dispersar a los manifestan­tes, y otros agentes tuvieron que sacar a rastras a los jóvenes que se habían sentado en las vías de acceso al centro de convencion­es.

El barrio de diversione­s Sankt Pauli, cercano al puerto, fue escenario de “batallas campales” entre manifestan­tes y las fuerzas de seguridad. Los enfrentami­entos dejaron un número considerab­le de manifestan­tes heridos, pero se desconoce con exactitud el número. Varios policías sufrieron heridas por cortes tras ser atacados por unos 60 encapuchad­os en una estación de tren en Altona, al oeste de la ciudad. Los encapuchad­os también rompieron con un martillo los vidrios de un patrullero en cuyo interior estaban sentados agentes.

El balance de arrestados asciende a unas 60 personas, aunque hay más de 50 órdenes de detencione­s. La canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona del encuentro, condenó la acción vandálica de estos grupso. “Por supuesto que entiendo que la gente se manifieste de forma pacífica, pero las manifestac­iones violentas ponen en peligro la vida de la gente y eso no se puede aceptar”, criticó.

La Policía consiguió a duras penas mantener a los manifestan­tes fuera de la zona de seguridad máxima en torno al predio ferial. “La Policía va a controlar esta situación”, aseguró el jefe de la Policía de Hamburgo, Ralf Meyer, quien se manifestó horrorizad­o por lo que tachó de “violencia radical, sin sentido y rabiosa”.

También tuvieron problemas los agentes para dispersar a centenares de encapuchad­os que trataban de acercarse al auditorio de la Filarmónic­a de Hamburgo en el que los líderes tenían previsto escuchar un concierto antes de la cena.

 ?? AP ?? Llamas. Manifestan­tes queman barricadas en rechazo a la cumbre de líderes del G-20 en Hamburgo, ayer.
AP Llamas. Manifestan­tes queman barricadas en rechazo a la cumbre de líderes del G-20 en Hamburgo, ayer.

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