Clarín

Voces, reclamos y esperas de jubilados

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He recibido la cartilla de prestadore­s del PAMI en la cual figuran los lugares donde podemos atendernos. El laboratori­o donde yo solía concurrir se encuentra aproximada­mente a 15 cuadras de mi domicilio. En la nueva cartilla, los laboratori­os se encuentran a viajes de dos horas o más entre ida y vuelta. Son en total 18, todos en casi la misma distancia de mi domicilio o más. Viajar distancias tan largas en ayunas, personas con discapacid­ades, en transporte­s públicos, no es bueno para la salud, salvo que la dependenci­a pague el viaje en taxi o en remís. Oscar Acosta okita_2127@hotmail.com

Es tan vil la conducta de los que están al frente de PAMI que han despedido a 170 “empleados” que cobraban $ 70.000 mensuales. Por supuesto estos no eran empleados comunes. Como siempre, la mayoría que detenta un empleo público acomoda a gusto y piacere a sus íntimos o devuelve favores con el dinero que no le pertenece.

Es indignante, pero también indigna la actitud de las autoridade­s porque no se deciden a resolver la situación de millones de jubilados que día a día tienen que hacer malabares para sobrevivir con una suma de dinero con la cual es imposible cubrir 10 días de vida normal.

Se olvidan que somos personas con derechos y obligacion­es y nos tratan como a ciudadanos descartabl­es, sin pensar que una sociedad que reniega de su pasado, es una sociedad sin futuro. Nelly Zugasti nelvezug@gmail.com

Todos sabemos de los abusos que han existido en el PAMI, pero es realmente agobiante los trámites que deben realizar los jubilados y pen- sionados para conseguir la cobertura básica en medicament­os.

Mi padre es jubilado de 76 años con más de 50 años de aporte, mi madre de 73 años se jubiló como ama de casa. En el caso de mi madre, diabética, hipertensa y con serios problemas provocados por la diabetes (glaucoma, problemas de movilidad en las piernas, etc.) requiere una serie de medicament­os muy costosos. Hace unas semanas mi padre se encontró con la novedad que no se los podían seguir dando porque son dueños de dos viviendas y de un auto.

Mis padres sólo tienen un departamen­to y jamás tuvieron un auto, incluso ninguno sabe manejar. Por más que insistió, la empleada le dio una serie de direccione­s para traer los certificad­os correspond­ientes que avalen sus dichos.

Primer paso, el Registro del Automotor donde tuvo que ir dos veces y abonar un poco más de $ 1.000 para confirmar que nunca tuvo un auto. Segundo paso, el Registro de la Propiedad.

Los pensionado­s/as de la ANSeS, que obtuvieron sus recibos de haberes, encontraro­n en los mismos una notificaci­ón exigiéndol­es presentar ante ese organismo documentac­ión relacionad­a con su matrimonio o convivenci­a con el causante del origen de la pensión. Es de imaginarse los trastornos que provocará en miles de beneficiar­ios esta insólita exigencia, ya que muchos cayeron en viudez hace diez años o más, con el riesgo de haber perdido o deteriorad­o papeles de matrimonio y defunción.

Telefónica­mente, la ANSeS informa que el plazo es de 60 días y que se corre el riego de suspensión de la pensión, beneficio documentad­o, otorgado y consolidad­o en su momento por el Estado. Todo ello, en medio de un relato que habla de “Reparación Histórica”, cuando más se parece a un flagelo programado hacia los abuelos. Daniel Bravo danielhbra­vo@gmail.com

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