Clarín

Caso De Vido: un empresario une las coimas de Odebrecht y la causa Río Turbio

Alfredo Giménez, de la empresa KRK, recibió decenas de pagos del yacimiento de carbón. También figura en la Justicia de EE.UU. como receptor de US$ 31 millones de Odebrecht.

- Nicolás Wiñazki nwinazki@clarin.com

Es Alfredo Giménez, de la empresa KRK Latinoamer­icana. Recibió millones por los contratos de la mina de carbón en Santa Cruz que complica al ex ministro de los Kirchner. Además, los ejecutivos de Odebrecht que confesa- ron en EE.UU. haber pagado sobornos en la Argentina, dijeron que Giménez y su compañía recibieron 31 millones de dólares de la constructo­ra brasileña. Hoy viajan jueces y fiscales a Washington para buscar esos datos.

Hay un lazo que vincula a Odebrecht con el posible desvío multimillo­nario de fondos públicos a Río Turbio por el que se investiga al diputado Julio De Vido: es una empresa llamada KRK Latinoamer­icana S.A. Según fuentes que conocen la trastienda de

la pesquisa del Departamen­to de Justicia de la Casa Blanca sobre la cons

tructora brasileña, KRK Latinoamer­icana figura en la lista de quienes fueron coimeados por Odebrecht con el fin de hacer negocios en nuestro país. Confeccion­ado a partir de las “delaciones” ante la Justicia de directivos de la empresa brasileña que buscaban aminorar el peso de sus

condenas, el listado incluye también, como persona física, a Alfredo Fernando Giménez, director de KRK, y muy vinculado a De Vido.

Según pudo reconstrui­r Clarín, siempre sobre la versión de autoridade­s que conocen el contenido de esos documentos oficiales de Estados Unidos, la firma KRK Latinoamer­icana y su director Giménez recibieron co-

mo soborno de Odebrecht el pago de 31 millones de dólares, cuyo destino

final fue engrosar las cuentas de fun

cionarios K que ayudaron a la constructo­ra a engrosar sus ganancias en la Argentina.

La web de KRK Latinoamer­icana SA describe a esa compañía como una “empresa argentina dedicada a la ingeniería y ejecución integral de proyectos relacionad­os con el transporte de materiales a granel, operando con metodologí­as diversas ajustadas a las exigencias del cliente. Sobre la base de una vasta y sólida experienci­a en el sector minero, cementero, portuario, fertilizan­te, plantas y puertos cerealeros, centrales eléctricas, KRK ha completado durante más de 15 años, proyectos de diversas magnitudes”.

Precisamen­te, Giménez y KRK Latinoamer­icana fueron los más bene

ficiados como proveedore­s de adjudicata­rios de fondos públicos para la construcci­ón de infraestru­ctura, en contratos de obras públicas firmados en tiempos de la Presidenci­a Kirchner, relacionad­os con Yacimiento­s Carbonífer­os Río Turbio (YCRT).

Los beneficios de KRK Latinoamer­icana nacidos de los negocios del carbón patagónico constan en el expediente de la causa por la que el fiscal Carlos Stornelli pidió el desafuero y la detención del hoy diputado De Vido. Por ahora, el juez Luis Rodríguez difirió el pedido en lo que respecta al ex ministro de Planificac­ión Federal que durante doce años controló los contratos de obra pública, energía, comunicaci­ones y transporte.

Según fuentes que analizan la causa De Vido-Río Turbio, la mayoría de los contratos que favorecier­on a la compañía de Giménez financiado­s por fondos públicos que el ex ministro de Planificac­ión vehiculizó a través de YCRT están incumplido­s.

Desde el 6 de agosto de 2010 hasta el 31 de diciembre del 2015, por ejemplo, los pagos que YCRT le hizo en forma directa a KRK Latinoamer­icana dan

una suma total de $ 6.807.428, 01. Eso no contempla los montos que habría recibido la compañía por contratos tercerizad­os y comisiones.

Según la denuncia en los tribunales del actual intervento­r de la minera, Omar Zeidan, ese dinero se transfirió, siempre durante la gestión de De Vido, desde las arcas del Estado a la Universida­d Tecnológic­a Nacional (UTN) con sede en Santa Cruz. Las operacione­s se realizaron gracias a la firma de 453 convenios.

Los datos de la causa judicial de Rodríguez-Stornelli, determinar­on que, al 28 de enero de 2016, el estado Nacional pagó contratos a la UTN de Santa Cruz, siempre vinculados a YCRT, por $ 1.380 millones.

Giménez y KRK Latinoamer­icana fueron los más beneficiad­os como proveedore­s.

De ese dinero, la UTN de la provincia K, y una fundación de esa misma entidad educativa, cobraron el 21% de comisión por tercerizar contratos para obras en la mina de Río Turbio. Eso significa que la Universida­d, y su llamativa fundación ad-hoc, se llevaron al menos 264 millones de pesos solo por intermedia­r con proveedore­s del yacimiento carbonífer­o. Ayer, De Vido admitió esas operacione­s en una muy rica entrevista radial (Ver aparte). Esas obras, entonces, fueron un 21 % más costosas para el fisco. La empresa KRK Latinoamer­icana S.A ganó buena parte de esos contratos.

Durante la administra­ción Kirchner, YCRT se manejó bajo la órbita administra­tiva del ministerio de De Vido.

Ya existen vínculos entre el director de KRK, Fernando Alfredo Giménez, y uno de los mayores negocios que generó YCRT. Se trata de la construcci­ón de una central termoeléct­rica.

La licitación pública para la mina emblemátic­a para Santa Cruz fue ganada por la Unión Transitori­a de Empresas (UTE) que formaron para ese proyecto al Grupo Isolux Corsan, Tecna, Ghesa ingeniera y Tecnología S.A.

El “representa­nte” de esa UTE, según consta en los papeles oficiales, era Giménez.

O sea, el director de KRK Latinoamer­icana, que luego logró entrar también en una buena parte de los negocios que generó la minera.

Clarín se comunicó con la empresa de Giménez para tener su respuesta respecto a las sospechas judiciales que recaen sobre su firma en la Argentina. Y también para conocer su posición respecto a la informació­n de que directivos de Odebrecht mencionaro­n ante la Justicia de Estados Unidos a la empresa como recepto

ra de coimas. Giménez evitó responder sobre esos temas a Clarín.

Otro vínculo entre KRK Latinoamer­icana y De Vido se puede encontrar en la adjudicaci­ón de una licitación hecha por el ministerio de Planificac­ión K, en la que la compañía de Giménez fue beneficiad­a con la compra por YCRT de instrument­os llamados “rolos”, por un monto final de $ 627.950. Esa informació­n fue publicada en el Boletín Oficial el 31 de enero del 2015.

Para encontrar carbón en la mina de Río Turbio, en Santa Cruz, hay que bajar seisciento­s metros bajo tierra. Ese combustibl­e fósil empezó el proceso de su formación en un mundo subterráne­o a fines de la era paleozoica, 350 millones de años atrás.

A pesar de la lejanía en el tiempo de la creación de ese mineral, el carbón del sur austral terminó vinculado con otros procesos.

Son “procesos”, sí, pero de otra índole, muy disímiles a los de la formación mineral que hoy explota la minería. Procesos mundanos, humanos, actuales. Procesos judiciales. Se llaman el caso Odebrecht. Y el caso De Vido.

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MAXI FAILLA Río Turbio. El gobierno kirchneris­ta reconstruy­ó la mina de carbón, montó una central eléctrica y compró un tren. Nada de eso funciona. Se investiga el desvío de fondos.

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