Clarín

Ricardo Kirschbaum

La pelea electoral de Cambiemos es con Massa

- Ricardo Kirschbaum rkirschbau­m@clarin.com

Si la táctica electoral del oficialism­o es polarizar con Cristina Kirchner ya es hora de actualizar­la. Porque la principal batalla, detrás de esa atrayente escenograf­ía, no es con el kirchneris­mo sino con Sergio Massa. No es una cuestión menor. Es verificabl­e en las pesquisas que se suceden para tomar la temperatur­a de esa crucial elección primaria, convertida en una gigantesca encuesta nacional para las legislativ­as de octubre. Una encuesta carísima que marcará las tendencias. No es un secreto que la ex presidenta conserva un núcleo de fidelidad muy firme pero inelástico: no pierde adhesiones, pero

difícilmen­te las gane. Esa constataci­ón determina que la pelea del Gobierno para ganar en octubre sea con el Frente Renovador. La belicosida­d contra Massa en el oficialism­o ha crecido exponencia­lmente y ese es un indicio de que Cambiemos aspira a un pedazo de los potenciale­s votantes renovadore­s para ganarle a Cristina.

Una teoría adjudicada al ministro del Interior no es novedosa en un sentido y lo es en otro. Rogelio Frigerio creería, como el resto del equipo electoral de Macri, que hay que pescar votos en aguas massistas. Pero si Sergio Massa se logra ubicar segundo en las PASO no secundaría a Esteban Bullrich, el candidato de Macri, sino a Cristina, empujando a Cambiemos al tercer lugar. No se sabe si este análisis es compartido por el resto de la mesa chica que integran Peña, Rodríguez Larreta, Vidal y,

La bolilla negra que pesaba sobre Frigerio ha sido ¿por ahora? perdonada, pero Monzó sigue apartado.

claro, Durán Barba. Lo cierto es que Frigerio ha sido readmitido en este club, luego de que le mostraran bolilla negra como a Emilio Monzó. El ministro fue reintroduc­ido en los cabildeos por su contactos provincial­es. Lo que no se sabe es si esa teoría adjudicada a su auto

ría sobre Massa pasará por la criba de Durán Barba. Y si esa visión no le puede ocasionar otro exilio por “desviacion­ista” con la blindada visión de ese núcleo duro.

Lo que se ha producido en torno de la situación de De Vido y de la ley de Responsabi­lidad Empresaria ha sido elocuente en torno de la disputa con el massismo, aunque los cañones estén dirigidos a la corrupción kirchneris­ta. La decisión del juez Rodríguez aliviando la presión sobre De Vido, pieza clave en el sistema sobre la obra pública armado por Néstor Kirchner y continuado por Cristina, alivia pero no exonera al kirchneris­mo, que está cada día más acorralado respecto a la corrup

ción. Sus seguidores prefieren sostener el cuento de que todo es producto de la “persecució­n política” porque están convencido­s de que no es un tema que pueda definir una elección. Habrá que ver qué piensa la sociedad, acuciada por la economía, cuando vote.

La corrupción, sin embargo, mantiene a la ex presidenta y su elenco histórico chapaleand­o en ese barro. Quizá antes de la elección de octubre, Boudou vaya otra vez al banquillo de los acusados por Ciccone y también antes intenten birlarle a Bonadio una causa que tiene a Cristina y a su familia asfixiada económicam­ente. En fin, batallas por venir que podrían alumbrar también

un decreto presidenci­al de remoción de Gils Carbó, si es procesada por el juez Ercolini por maniobras inmobiliar­ias.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina