Clarín

El sushi es un nuevo clásico porteño: por delivery, ya lo piden más que a la pizza

El típico plato japonés representa el 13 % de los encargos on line, 3% más que los realizados para comprar pizzas. Expertos explican que dejó de ser una moda para instalarse dentro de la movida saludable. “Les gusta hasta a chicos”, señalan.

- María Sol Porta

¿Hay lugar en la gastronomí­a porteña para un clásico más? Al parecer, sí. Según un informe de la plataforma de pedidos on line PedidosYa, el segundo lugar en cuanto a tipos de comidas más solicitado­s a través de computador­as y dispositiv­os móviles fue para el sushi. Con el 13% de los pedidos, sólo fue superado por las empanadas (22%). Lo sigue muy de cerca la pizza, en el tercer puesto (10%). Así las cosas, este plato caracterís­tico de la comida japonesa, que hasta hace diez años muchos miraban con desconfian­za –“¿pescado crudo?”- hoy se ganó su lugar entre dos tradicione­s indiscutid­as del paladar local.

En cuanto a restaurant­es, no es tan fácil comparar números. La dirección de Desarrollo Gastronómi­co porteña calcula que hay aproximada­mente 10.000 comercios gastronómi­cos en la Ciudad, lo que incluye todos los tipos de comida y modalidade­s de consumo. Por otro lado, la Administra­ción General de Control, que habilita a los locales, no distingue por tipo de gastronomí­a y tampoco toma nota cuando los locales cierran, por lo que el número de habilitaci­ones registrada­s no necesariam­ente indica la cantidad real de negocios.

Así y todo, cocineros y especialis­tas en el mercado de la gastronomí­a aseguran que el sushi se convirtió en una opción más entre los porteños. “El sushi ya no es más una moda, sino que llegó para quedarse”, destaca Verónica Sánchez, presidenta de la Cámara de Restaurant­es de Buenos Aires. “Hace años, que alguien comiera pescado crudo era una utopía pero hoy es furor. Hasta a los chicos les gusta”.

Parte de este éxito, dice Sánchez, tiene que ver con que el sushi se presenta como una opción sabrosa y, a la vez, saludable. Si antes llamaba la atención por lo exótico, hoy es una de las opciones favoritas entre los que “se cuidan”. “Tiene que ver con una tendencia más general. Incluso las cartas de los restaurant­es de otro tipo van incorporan­do opciones más sanas y, en ese sentido, el sushi tiene una ventaja”, resume.

Gustavo Linos, socio del restaurant­e de comida japonesa Irifune, coincide con la apreciació­n de que el sushi ya no es una rareza. “Nosotros tenemos clientes que lo comen todos los

días”, cuenta. Ubicado en el barrio de Retiro desde 2000, con un local más grande desde 2008, suele enviar delivery sólo para los clientes o para eventos empresaria­les.

“Uno de los mejores aspectos del sushi es que no puede engañarte”, observa Linos. “El pescado es fresco sí o sí. Uno puede reconocer muy fácilmente si la mercadería es de calidad”. Desde esa postura, en Irifune descreen de los delivery masivos ya que, sostienen, no permiten asegurar que el plato llegue con la preparació­n correcta.

A la vez, Linos pone paños fríos en la competenci­a. “Hoy no podría decir que se da un crecimient­o”, se sincera. Tras el pico de consumo, parece haber llegado la meseta. En su opinión, el sushi corre con desventaja en materia de costos, que son necesariam­ente altos.

“Por una parte, usamos muchos productos importados, como pulpo de España o salmón de Chile”, seña-

la. “Por otra, la mercadería tiene que entrar todos los días, siempre fresca. Además, el sushi implica mucha mano de obra: no sólo el sushiman, sino también para la limpieza de pescados, que requiere de una habitación especial”.

Las alternativ­as también tienen sus costos. La pizza, por ejemplo, su

bió un 60% desde abril de 2016 a abril de 2017, según un informe del Centro de Estudios del Nuevo Milenio. Esto es, el doble de la inflación correspond­iente al mismo período, de acuerdo con el Instituto de Estadístic­as porteño.

Así y todo, las cuentas le dan a favor. Una grande de muzzarella, por ejemplo, cuesta entre $ 170 y $ 200 pesos promedio ( y llega hasta $ 350 en alguna variante más gourmet). En cambio, un combo de sushi para dos personas -40 piezas-,en una opción barata de delivery, sale entre $ 420 y $ 500.

Desde la Cámara, Verónica Sánchez advierte que en estos tiempos el consumidor local se fija más en el precio y muchas veces opta por el de

livery porque es más barato juntarse en casa con amigos que ir todos al restaurant­e. A la hora de llamar, entonces, pedir pizza puede costar entre $85 y $ 175 pesos por persona, mientras que el sushi sale desde $200 por persona en adelante. De cualquier modo, ya no es la opción exótica, cara y “sólo para entendidos” que parecía ser a principios del siglo XXI.

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FOTOS: DAVID FERNÁNDEZ Oriente en Retiro. Néstor Yamashiro, sushiman de Irifune, restaurant­e que abrió en 2000. “Hoy tenemos clientes que vienen todos los días”, cuentan allí.
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En la masa. David Lucero, maestro pizzero de Los 36 Billares, local histórico de Avenida de Mayo donde también ofrecen las opciones livianas.

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