Primera vez en 55 años, Cuba verá las películas de James Bond
El régimen cubano aprobó la proyección de las películas del conocido agente británico 007, en un inédito guiño a la industria cultural de Occidente.
El espía más famoso del mundo dejará de ser un perfecto desconocido para los cubanos luego de que el mítico cine “23 y 12”, más conocido como la Cinemateca de Cuba, decidiera exhibir un ciclo con los filmes del Agente 007 desde el 2 al 32 de agosto en la capital cubana.
Hasta la fecha, los 24 filmes del británico, inspirados en la novela de Ian Fleming, pasaban de “mano en mano” y circulaban a través del mercado negro, como la mayoría de las películas provenientes desde Gran Bretaña y, en mayor medida, desde Hollywood.
A partir de agosto, los cubanos po- drán conocer todos los filmes protagonizados por los ocho agentes, desde Sean Connery hasta Daniel Craig, el último actor en protagonizar la saga.
La acción del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos − organismo creado solo unos días después de la Revolución de 1959− se enmarca dentro del descongelamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, iniciada en diciembre de 2014 por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
En la tregua, ambos mandatarios acordaron el restablecimiento de las embajadas en sus respectivas capitales, retomar los vuelos directos de aerolíneas comerciales entre la isla y el país norteamericano, como también relajar las barreras para el intercambio cultural entre las dos naciones.
Las cintas del Agente 007, junto a la mayoría de las producciones de Hollywood, estuvieron prohibidas en la isla durante varias décadas debido a la censura impuesta por las autoridades culturales, que consideraban a las películas estadounidenses como “una abundancia de esnobismo, sexo y sadismo”.
De hecho, las películas de Bond que incluían escenas ambientadas en Cuba eran filmadas en España o Puerto Rico, como lo fue en el caso de Golden Eye (1995) y Die Another Day (2002), ambas protagonizadas por Pierce Brosnan.
Así fue como − en el marco de una Cuba aislada de la industria cultural de Occidente− se popularizó el contrabando cultural desde hace varios años bajo el nombre de “El Paquete”: pendrives de 500 gigabytes cargados de música pop, imágenes y películas hollywoodenses traídos por familiares que iban exclusivamente de visita a la isla, pero que residían en Estados Unidos.
Sin embargo, luego de la normalización de las relaciones, Cuba ha liberalizado poco a poco el acceso a internet y la industria cultural estadounidense ha logrado, aún con algunas dificultades, entrar por primera vez a la isla. En 2014, la película Papa Hemingway en Cuba fue la primera producción estadounidense que se rodó en La Habana, mientras que Rápidos y Furiosos 8, filmada en 2016, ha sido la única superproducción de Hollywood en Cuba desde el inicio de la Revolución hace más de 50 años.