Los atraparon cuando sembraban el terror en la autopista
Sucedió en el barrio de Parque Avellaneda. Detuvieron a tres adolescentes que quedaron filmados por las cámaras, pero ya están libres: dos tienen 13 años y el otro, 14. Los conductores se quejaron porque los desalentaron a presentar las denuncias.
Tres menores de 13 y 14 años fueron sorprendidos por la Policía mientras tiraban adoquines sobre los coches en la autopista Perito Moreno. Hubo 14 automovilistas atacados y, de milagro, ningún herido. Los agresores ya están en libertad.
Andrea Andreacchio volvía de cenar con su marido cuando un adoquín impactó en el parabrisas de su auto y los obligó a parar en la autopista Perito Moreno. Mientras llamaba a la Policía, se detuvieron otros 13 conductores atacados de la misma manera. Todo sucedió el domingo a la madrugada, a 600 metros del peaje, en menos de 40 minutos. Se trata de una modalidad que se repite en distintas autovías del área metropolitana y que no se detiene, a pesar de los reclamos.
Andreacchio pensó que le iban a robar. Por eso no paró cuando el parabrisas estalló por el impacto y, cubierta de vidrios, llamó al 911. Su esposo manejó hasta el peaje de Parque Avellaneda, donde le cobraron los $ 40 y después le tomaron el reclamo.
“Nosotros con el adoquín en el capot, llenos de vidrios y muy alterados, y el chico que estaba en la cabina nos pidió la plata. No sólo tuvimos que pagar y recién del otro lado nos escucharon, sino que nos querían sacar de ahí a toda costa. Estuvimos 40 mi
nutos viendo llegar auto tras auto dañado por los piedrazos que estaban tirando y nadie hizo nada”, se quejó indignada Andrea, de 50 años.
Su periplo empezó el domingo a la madrugada. Cuando pasaban por debajo de Lacarra, entrando al túnel de la Perito Moreno, sintieron el impacto. Desde un costado les tiraron con algo que rompió el vidrio delantero y del techo. “Teníamos miedo que nos quisieran robar y no había dónde parar, así que seguimos”, recordó la mujer, que vive en Ramos Mejía.
Gabriel Gallego, otra de las víctimas, quiso advertir a las autoridades de los cascotes que esquivó en la autopista y de las piedras que le tiraron desde el puente Lacarra. Se encontró con Andrea, que ya estaba esperando a la Policía, junto a otros tres conductores que habían sufrido lo mismo. “La saqué baratísima, había pedazos de cordón tirados en la autopista, esquivé uno y vi que venía volando otro hacia nosotros. Me pegó
en el capot y en la chapa. Estaba con mis hijos, entonces me asusté más. Sabemos que es común que usen esa modalidad para robar, pero no creo que haya sido eso porque estaban arriba, no podíamos parar en otro lado que no fuera el peaje. No sé por qué lo hicieron y, en ese momento, nadie se preocupó en ir a buscarlos y preguntarles”, dijo Gallego.
Los dueños de los 14 autos estacionados al costado de las cabinas de cobro empezaron a llamar al 911. “En el lugar había tres policías de la Ciudad y nos dijeron que fueron y no había nadie. Pero seguían llegando autos con piedrazos. Fueron 40 minutos entre lo que me pasó a mí, podría haber
sido una tragedia”, se quejó Andrea ayer. Y Gabriel concluyó: “Nos dijeron que jueves y viernes ya habían estado haciendo lo mismo”.
Según confiaron algunos vecinos, ya habían preparado cascotes en el mismo lugar para repetir la secuencia durante el fin de semana. A pesar de las quejas, habrían reiterado los ataques tres días seguidos.
“Efectivos de la Policía de la Ciudad