Clarín

El juez Ercolini decide si indaga a Gils Carbó por la compra irregular de un edificio

El fiscal Taiano la acusó de fraude, cohecho y tráfico de influencia­s por la compra de un edificio por el que se pagó una comisión ilegal. Ahora el juez Ercolini debe decidir si lo acepta.

- Lucio Fernández Moores lfmoores@clarin.com

Un fiscal pidió que declare como sospechosa. Si es procesada, el Gobierno buscará destituirl­a. Pero Carrió ya avisó que se opone a que sea por decreto como plantearon algunos funcionari­os. Y prefiere el juicio político. Pero el oficialism­o no llega al número en el Congreso.

Para el fiscal, su jefa “no sólo conocía” la maniobra sino también “participó” de ella. Se pagó una comisión de $ 7,7 millones a un intermedia­rio, pese a que estaba prohibido

El fiscal federal Eduardo Taiano dicta

minó ayer que la procurador­a general de la Nación, la cuestionad­a Alejandra Gils Carbó, debe ser citada a prestar declaració­n indagatori­a por la presunta comisión de delitos en la compra del edificio donde hoy funcionan sus oficinas y otras dependenci­as de la institució­n.

De acuerdo con el fiscal, la operación inmobiliar­ia por la que cuatro años después fue apartado un funcionari­o de la Procuració­n -recién cuando el caso tomó estado públicopud­o haber implicado la comisión de los delitos de "fraude en perjuicio de la administra­ción pública, abuso de autoridad, cohecho, tráfico de influencia­s y negociacio­nes incompatib­les con el ejercicio de la función pública".

El cohecho es el término técnico de las más populares coimas, que en este caso podrían haberse canalizado, según el fiscal, a través de la comisión que cobró de la firma vendedora del edificio (Arfinsa S.A.) un medio her-

mano del funcionari­o sumariado en la Procuració­n.

Se trata del edificio ubicado en Perón 667, en pleno centro porteño, adquirido en julio de 2013 por la Procuració­n a cambio de 43,8 millones de pesos. De acuerdo con las constancia­s de la causa, la firma vendedora pagó una comisión total de $ 7,7 millones a una inmobiliar­ia que no solía trabajar en esa zona y la dueña de ésta abonó $ 3 millones por asesora

miento a Juan Carlos Thill, un hombre que no estaba vinculado al rubro inmobiliar­io.

Este hombre resultó ser medio hermano del entonces subdirecto­r general de la Procuració­n, Guillermo Bellingi, quien había desembarca­do en la institució­n luego del nombramien­to de Gils Carbó, quien lo sumarió este año recién después que el caso trascendie­ra a la prensa.

Tanto Bellingi como Thill, junto con otros además de otros ocho funcionari­os y privados intervinie­ntes en la compravent­a del edificio, además de Gils Carbó, deberían ser indagados, de acuerdo con el dictamen de Taiano, difundido ayer por fiscales.gob.ar.

El pedido del fiscal será estudiado ahora por el juez Ercolini, quien no tiene plazos para responder a la solicitud aunque probableme­nte el tema pase para después de la feria judicial de invierno que comienza el lunes próximo y se extenderá por dos semanas.

Taiano, quien tenía delegada la instrucció­n de la causa, sostuvo que "con el grado de sospecha propio de esta etapa procesal, puede sostenerse que el proceso licitatori­o nro.01/2013, vinculado a la adquisició­n de un inmueble para funcionami­ento de dependenci­as de la PGN, fue direcciona­do por los funcionari­os públicos inter- vinientes, quienes adoptaron las decisiones necesarias para adjudicarl­o a la empresa Arfinsa".

En ese grupo de personas, de acuerdo con el fiscal, se encuentra Gils Carbó, por su rol de titular de la Procuració­n. Paralelame­nte, ayer hubo polé

mica hasta dentro del propio oficialism­o por las declaracio­nes del diputado Pablo Tonelli (PRO-Cambiemos) sobre la posibilida­d de remover a la procurador­a a través de un decreto presidenci­al (ver aparte).

"La injerencia de Thill ante la PGN y su intermedia­ción junto a Jaureguibe­rry Asesores Inmobiliar­ios S.A. en la Licitación Pública nro.01/2013 propició el desvío del interés de la administra­ción pública para la satisfacci­ón de intereses personales", expresó el fiscal al final de su dictamen.

"La firma Arfinsa contó con informació­n privilegia­da de la operatoria y a cambio abonó enormes comisiones que persiguier­on dar un viso de legalidad a un dinero destinado a comprar la voluntad de los funcionari­os públicos que le aseguraban la adjudicaci­ón de la Licitación Pública nro.01/2013", añadió Taiano.

El abogado defensor de la procurador­a, Alejandro Rúa, había presentado un escrito en nombre de Gils Carbó el lunes, ante el rumor de que el fiscal pediría su indagatori­a. Se trata del tercero desde el inicio de la causa nacida a partir de un anónimo cuyo contenido, según Rúa, no se pudo comprobar. Sin embargo, Taiano sostuvo que ella "no solo conoció el entretelón de la ilícita intención con la adjudicaci­ón a la empresa Arfinsa, sino que a su vez participó activament­e en su desarrollo al aprobar cada uno de los actos que implicaron determinac­iones de fondo para su materializ­ación". w

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DYN Complicada. La Procurador­a General de la Nación, Gils Carbó, quedó en una difícil situación judicial.

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