Un número 1... medio raro
La checa perdió en la segunda ronda de Wimbledon pero aprovechó las derrotas de Kerber y Halep.
Desde la semana próxima será la nueva líder del ranking mundial femenino. Viene de perder en la segunda vuelta de Wimbledon. Y llega tan alto sin haber logrado nunca un torneo de Grand Slam.
Para aspirar a ser la mejor jugadora del mundo una tenista puede darse el lujo de bajar la vara, poner los pies sobre la tierra y no aspirar a ser como las grandes de la historia. De hecho, mirar al lado masculino y ver que desde febrero de 2004, Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray se disputan el primer puesto, también es en vano. Ser la N° 1 entre las mujeres parece que no es tan complicado: desde la misma fecha en la que los cuatro fantásticos reinan en el circuito masculino, en el femenino hubo 34 cambios de mando con 12 nombres diferentes.
Y el lunes habrá uno nuevo. Se trata de la checa Karolina Pliskova que alcanzará la cima del tenis luego de perder en la segunda ronda de Wim- bledon. Subirá al primer lugar sin haber conseguido un título de Grand Slam; es más, llegó una sóla vez a una final en Flushing Meadows 2016 y no pudo ante la alemana Angelique Kerber -lleva un 2017 mediocre, sin títulos y con 15 derrotas en 39 partidos-, a quien le quitará el trono que consiguió justamente luego de aquella consagración en el cemento de Nueva York.
Diestra, de 25 años, con nueve títulos ganados -apenas uno, Cincinnati 2016, es de la categoría Premier, el equivalente a los Masters 1000 de los hombres-, Pliskova será la primera checa en llegar al número 1 porque cuando Martina Navratilova lo conquistó lo hizo bajo la ciudadanía estadounidense.
Además de Karolina Pliskova otras cinco jugadoras accedieron al primer lugar sin haber ganado un Grand Slam: la serbia Jelena Jankivic, la rusa Dinara Safina, la danesa Caroline Wozniacki, la belga Kim Clijsters y la francesa Amelie Mauresmo; claro que hay una salvedad con las últimas dos que los consiguieron pero después de haber alcanzado la cima.
Que el circuito femenino vive una crisis no es una novedad. Con la estadounidense Serena Williams embarazada y por ahora fuera de las canchas (el lunes saldrá del top 10 por primera vez desde el 1° de abril de 2012), no hay una dominadora absoluta y, a
río revuelto, Pliskova aprovechó su chance. Después de su temprana derrota ante la eslovaca Magdalena Rybarikova se tenían que dar dos resultados para que no llegara al 1: Kerber necesitaba llegar a la final y fue eliminada por la española Muguruza en octavos y Halep debía ser semifinalista y corrió la misma suerte pero ante la británica Konta en cuartos. Como nada de eso sucederá entonces, Pliskova celebrará en su residencia de Montecarlo junto a su familia y, sobre todo, con su hermana gemela Kristyna, que también perdió en la segunda ronda en el césped sagrado del All England. Motivos no le faltarán.