Clarín

Un paso importante, en un camino que aún sería largo y con obstáculos

Si los datos llegaran al país, deberían ser corroborad­os y ampliados por los fiscales.

- Claudio Savoia csavoia@clarin.com

Ojalá los datos sean muchos, contundent­es y que lleguen al país lo más rápido posible. Esa cosecha lograría soslayar el fracaso en las negociacio­nes que la Justicia y el Gobierno intentaron con Odebrecht para que la constructo­ra aportara en Buenos Aires la montaña de testimonio­s e informació­n vinculada al pago de sobornos por la obtención de obras públicas en la Argentina durante el kirchneris­mo, que en Brasil -junto con otras herramient­as operativas inexistent­es aquí- permitiero­n 144 condenas en apenas tres años.

La hipotética llegada de los nombres, los montos y los destinos de unos cien millones de dólares de coimas pagados en Estados Unidos sin duda sería una gran noticia. Pero quizás no mucho más que eso, al menos de inmediato. Si se cumplieran las condicione­s de confidenci­alidad y preservaci­ón de esas pruebas para no entorpecer causas que aún se tra--

mitan en Washington -de por sí una vara muy alta para las costumbres locales-, y se tramitaran los nuevos exhortos que ahora deberán ser redactados a partir de los datos analizados ayer, los fiscales de cada una de las cuatro causas principale­s vinculadas con Odebrecht aún deberían seguir investigan­do y reuniendo pruebas para completar una acusación consistent­e. Según un prestigios­o fiscal general, “esa informació­n no podría ser incorporad­a como prueba común obtenida por un fiscal. Sólo funciona como una notitia criminis -como un anónimo o una nota periodísti­cahasta que quede consolidad­a oficialmen­te y corroborad­a por pruebas propias”.

Para otro fiscal federal -que no viajó a Washington-, las cosas son diferentes. “Si entre los datos que lleguen hay números de cuentas bancarias o sociedades, el avance es casi definitivo. Pero ojo, que esos nombres tam--

bién pueden correspond­er a firmas ubicadas en Delaware, Nevada u otros “paraísos fiscales” internos, o depósitos temporario­s de fondos que luego se giraron a otros lugares. Hay que ver qué hay. Pero eso sólo ocurrirá cuando la prueba llegue por las vías oficiales”. Es decir, dentro de unos meses si el viento soplara a favor.

Otro juez, camarista de Casación, evalúa que la llegada de los datos desde Estados Unidos sería “un buen punto de partida para empezar a hablar”, pero siempre bajo un criterio amplio de valoración, junto a otros elementos. Desde Brasil, el analista Gustavo Segré recuerda que “en Washington sólo tienen datos sobre el dinero que pasó por cuentas o empresas de ese país, que es lo que Odebrecht tuvo que admitir. Pero la gran parte de los pagos a funcionari­os argentinos habrían tenido otras vías”. Esa parte sumergida del iceberg no sería esclarecid­a con la respuesta a los exhortos.

Más preocupant­e es la advertenci­a de un prestigios­o abogado curtido en la batalla judicial de causas por corrupción. “Hay qué pensar qué harán las defensas de los acusados por estas pruebas. Y ver cómo se informa el contenido de la reunión. Yo atacaría la legalidad de este procedimie­nto: el juez ya vio la prueba de cargo en mi contra, sin mi control. Y si en esas pruebas yo aparezco en una cuenta de los yanquis cobrando coimas, frente a mí ese juez perdió la parcialida­d.” La pelota aún está lejos del arco.

 ??  ?? El jefe. Marcelo Odebrecht, CEO de la constructo­ra brasileña corrupta.
El jefe. Marcelo Odebrecht, CEO de la constructo­ra brasileña corrupta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina