Provocador en Twitter igual que su padre, comparó a los refugiados sirios con caramelos envenenados.
Un hombre que le escapa a la “corrección política”
Donald Trump Jr. admira a su padre y lo sigue con igual estilo en Twitter, donde suele subir frases polémicas como la que comparó a los inmigrantes con caramelos venenosos, en un intento por justificar el cierre de fronteras.
El empresario, de 39 años, sostiene que hay que poner fin a la agenda de lo políticamente correcto. Por eso, en la convención republicana de Cleveland de junio de 2016, y en pleno debate so- bre los inmigrantes, hizo la cuestionada comparación en Twitter. “Si tuvieras un tazón de caramelos y te dijera que tres de ellos te podrían matar, ¿tomarías un puñado de ellos?”, preguntó. Y se respondió: “Ese es nuestro problema con los refugiados sirios”.
De esta manera Donald Jr. buscó instalar la idea, defendida en numerosas ocasiones por su padre, de que los refugiados buscan ingresar a Estados Unidos para después cometer atentados.
La afirmación causó un fuerte de- bate en las redes sociales. Pero esto no hizo retroceder a Donald Junior, quien ratificó su postura señalando que “esta imagen lo dice todo”. “Vamos a acabar con la agenda políticamente correcta que no pone a América primero”, escribió en su cuenta de Twitter junto a una foto con un tazón de Skittles, unos populares caramelos.
Provocó tal rechazo el episodio que la empresa fabricante de los caramelos reaccionó condenando las palabras de Trump Jr. “Los Skittles son gominolas. Los refugiados son personas”, dijo para marcar las diferencias. Numerosos usuarios de la red social también respondieron con mensajes en los que aparecía la palabra Skittles junto a fotos de niños víctimas de la guerra en Siria.
El hijo mayor del presidente estadounidense, como la mayoría de sus hermanos, ha estado siempre muy cerca de su padre ayudando en el negocio familiar, desarrollando el programa de televisión “The Apprentice” (”El aprendiz”) u organizando un concurso de belleza en Moscú en 2013.
Aficionado a la caza, está casado desde hace más de 10 años con una ex modelo con la que tiene cinco hijos. Su implicación en la trama rusa lo convirtió en blanco de la polémica, y también de los humoristas estadounidenses. “No soy alguien que tome precauciones, digo las cosas como son”, reconoció en marzo pasado en The New York Times.
Ahora, envuelto en la polémica que demuestra la conexión con los rusos, trató de salvar al magnate inmobiliario. “Mi padre no sabía nada” de ese encuentro, se apresuró a aclarar sobre la reunión con la oscura abogada rusa.