Arévalo Ríos: “Vengo con el cuchillo entre los dientes, como el Cholo”
El uruguayo que llega desde México muestra credenciales: “Entrega, garra y ordenado”, se define el volante
La leyenda que asoma en el antebrazo izquierdo de Egidio Arévalo Ríos es toda una declaración de principios. “El fútbol es mi vida”, reza el tatuaje, decorado con la bandera de su país. Y sólo basta repasar el origen de este uruguayo de 35 años para confirmar que esa frase grabada a tinta no es antojadiza. “Cuando salía de la escuela, me iba al campito. Lo único que me importaba era jugar a la pelota. Mi tarea la hacía Andrea, mi hermana. Después, la compensaba con helado… que siempre me terminaba de comer yo”, cuenta Cacha entre risas. Sí, su nombre de pila sólo es parte de la cédula de identidad. Al aguerrido volante que incorporó Racing le gusta que lo llamen por su apodo, aquel que lo acompaña desde su infancia en Inve, barrio de Paysandú.
Anochece en Pilar, sitio elegido por la Academia para realizar la pretemporada. Y ahí está Arévalo Ríos, mano a mano con Clarín. Mate mediante, claro. Entre sorbo y sorbo, reflexiona sobre su actualidad. No le hace falta sacar chapa. Pero, por las dudas, aclara: “A lo largo de la carrera, que ya tiene 19 años, mi característica siempre fue la misma. Soy un jugador que entrega, con garra, al que le gusta ir al choque y estar ordenado en el campo de juego. La gente conoció a ese jugador en dos Mundiales, Copa América y Eliminatorias. Y es el mismo que va a poder ver ahora, con esta camiseta”. -Después de tanto tiempo en Méxi- co, ¿creés que te va a costar adaptarte al medio argentino? -Esperemos que no. Llego a un fútbol rápido, con mucha dinámica. El otro día se lo comentaba al profe (Javier Bustos). Contra DIM, el equipo volaba. Entonces, a los refuerzos nos pusieron la vara muy alta. Tenemos que estar al mismo ritmo. -Sos un volante metedor, del estilo Simeone, quien justamente vistió la camiseta de Racing. ¿También venís con el cuchillo entre los dientes? -Vengo con el cuchillo entre los dientes, que no tengan dudas. Puedo jugar de volante mixto o solo en el medio. Pero mi característica es esa, como la del Cholo. No voy a dar por perdida la pelota en ningún momento. No me van a ver tirar un sombrerito ni caño, no es mi estilo. Eso el hincha lo tiene que saber de antemano. Pero voy a dejar todo. -Hace un año, tu apellido sonó en Boca. Hoy, llegás a Racing. ¿Qué fue lo que te sedujo para venir a la Argentina? -Hablé con el Tanque (N. de R: Mauro Gerk, ayudante de Cocca), que fue el primero que me llamó. Jugamos juntos en Tijuana en 2011. Después, con Cocca. El interés del cuerpo técnico fue fundamental. También, la seriedad que tiene la institución. Había tenido chances de ir a Ecuador y a Brasil, pero apareció Racing y no dudé en aceptar este desafío. -¿En qué momento de tu carrera estás? -Racing me agarra en un momento espectacular. Jugué los 17 partidos enteros del campeonato con Veracruz y no sólo estoy muy bien físicamente; también, con la madurez necesaria. Cuando sos joven, corrés para todos lados, te desordenás. Hoy me puedo tomar una fracción de segundos para pensar y elegir mejor cada jugada.
Miguel, su padre, fue lateral izquierdo en Bella Vista. Cacha arrancó como delantero hasta que, en un Sub 15, lo pusieron de volante de contención. Aquí se reencontró con Juan Patiño, compañero durante 6 meses en Jaguares. Y se muestra lejos de esa imagen de fiereza que muestra sobre el verde césped. “Es que yo entro a la cancha y me transformo. Fuera de ella, soy tranquilo, hasta tímido”. -¿Te gusta el Racing que se está armando? -Me encanta. Hay plantel, con chicos y grandes. Vamos a pelear con todo cada torneo. w