Candidatos que ofenden el honor de la ciudadanía
Que después de 12 años de profundizar la grieta, habernos aislado del mundo desarrollado y haber asistido a los atropellos del populismo sin límites y al mayor proceso de corrupción. Después, decía, que quienes participaron en ese proceso de degradación de los valores éticos y morales que exige el ejercicio de la función pública tengan la desvergüenza de postularse, es una ofensa al honor de la ciudadanía.
Los mismo nombres con iguales argumentos para denostar al adversario y una falta de propuestas que posterga la salida del país de esta encrucijada en la que lo ha cercado la ausencia de idoneidad para gobernar, son síntomas notorios de la decadencia de nuestros políticos y de la inmadurez de un pueblo que los tolera. Si el patrimonio intelectual que proveen los hombres que van a asumir la responsabilidad de gobernar ofrece tan baja calidad de postulantes, que incluye hasta a quienes provocaron este desastre, donde todo es oposición a quien gobierna porque quiere desterrar la corrupción, el narcotráfico, la dádiva y el despilfarro para combatirlos volviendo a la cultura del trabajo, es evidente que hemos dejado de tener capacidad para darnos un gobierno propio que interprete los deseos del pueblo.
Si en 200 años de país, con nuestros próceres y hombres notables, no hemos sabido hallar solución a la ignorancia y la pobreza, sólo tendría sentido común aquello de “que se vayan todos”. Como profesional que califica las gestiones en función de los resultados, creo que es la única alternativa para salvar a la Patria. Víctor La Pietra lapietrav-@hotmail.com